Capítulo Quince

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Meghan


Ecografía de la semana doce: los bebés miden ocho centímetros y peso un aproximado de catorce gramos, mostrando un desarrollo constante y saludable según el criterio de la Dra. Lee. Distinguir con claridad sus cabezas, tórax, abdómenes y extremidades fue emocionante al punto de sentir mis ojos anegarse en lágrimas, y pese a estar rodeados de una cantidad abundante de líquido amniótico, los bebés también hicieron gala de su movilidad.

El sentimiento de orgullo no se disipó de mi pecho ni siquiera tras salir de la clínica.

―Te ves cómo una mamá orgullosa.

―El saber es un arma de doble filo. Estos meses me he informado acerca del proceso de gestión, y por mucho que desee que sea un "camino de rosa", soy consciente de las dificultades que pueden acontecer ―admito.

Vitalidad embrionaria, anomalías cromosómicas, estudio de la anatomía fetal, incluso el hecho de que los bebés compartan la placenta o la bolsa de líquido amniótico tiene gran trascendencia en el desarrollo del embarazo, y estoy al tanto de ello, manteniéndome nerviosa y alerta, aun cuando en el exterior muestro una máscara de impasibilidad.

Aun así, en esta consulta fue posible disipar algunos temores, descartando la muerte de los fetos o malformaciones. También se aclaró que se trata de un embarazos gemelar monocorial biamniótico, es decir, ambos fetos comparten una placenta pero tienen distintas bolsas amnióticas, por lo que se nos fue planteó la recomendación de realizar una interrupción a las treinta y seis semanas en previa dosis de maduración pulmonar puesto que, para infortunio, se trata de un embarazo de alto riesgo, siendo esencial y obligatorio un seguimiento cada dos semanas.

Demasiada información para procesar.

―Entiendo. A veces es complicado ser optimista ―concuerda, sacándome de mis cavilaciones―. Pero los gemelos lo están haciendo genial, son fuertes como su madre ―Me sonríe, y permito que el gesto sea un momentáneo bálsamo de calma.

Liberando un suspiro en un asentimiento. Es cierto que, pese a mis persistentes inquietudes, no se han detectado complicaciones, e incluso la doctora afirmó que hay una buena probabilidad de que no exista ninguna en todo el proceso de gestión. Lo importante es tener cuidados, tanto en la alimentación como la hidratación, reposo y control médico exhaustivo, pues cualquier molestia podía ser motivo de preocupación.

―¿Estás cansada?

―¿Qué me delató? ―formula tras terminar de bostezar, sus ojos luciendo más apagados que horas atrás pero esbozando una pequeña sonrisa divertida―. Últimamente me siento como un uso a punto de entrar en hibernación.

―Ve a descansar.

―Tengo hambre ―comunica en un adorable puchero y resulta entrañable. Mechones cobrizos enmarcan su atractivo rostro, sonrosados mofletes y labios rosados fruncidos en un silencioso gimoteo.

La belleza es subjetiva, pero dudo que algún ser humano pueda poner en duda la que se manifiesta justo frente a mí.

―Le diré a Agatha que te prepare algo. Ahora, sube a descansar un rato ―indico, esperando que los segundos que pasé hipnotizada por su tentadora boca no hayan sido demasiado evidentes. Y no parece serlo pues su expresión no detona reconcomiendo alguno. Por el contrario, blanquea sus ojos dando un suave resoplido, mas la acción delata un deje cariñoso.

―Sí, señora ―Hace el saludo militar, conteniendo pobremente su sonrisa, para luego emprender su camino.

Esbozo una propia sonrisa a mi pesar, aunque sintiendo cierta aprensión porque esos momentos de embelesamiento hacia la pelirroja se está volviendo más recurrentes de lo que me gustaría.

Fuera Del PlanWhere stories live. Discover now