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Soobin caminaba de un lado a otro en su cuarto, con lentitud y acariciando su panza, completamente ido.

No sabía cómo pasaba el tiempo, su cuarto no tenía ventana o luz exterior, no lo dejaban salir a menos que sea al comedor y al baño, dentro de los horarios que tenía permitido

Habían más Omegas embarazados, hombres y mujeres, todos eran jóvenes, Soobin no podía evitar ponerse a llorar de ver sus caras de tristeza.

Unos llevaban meses allí, otros semanas, otros un par de días.

Y ninguno estaba en ese lugar por voluntad propia.

De algo que si pudo enterarse, era que tenía razón con que su madre no lo envió a un convento de Omegas, este lugar era una especie de criadero.

Era una organización ilegal obviamente, que acogía Omegas en cinta para dar en adopción irregularmente a todo el país y al extranjero.

Soobin se negaba a entregar a su cachorro, su madre decía estar de acuerdo con él, pero este lugar decía todo lo contrario.

Oh, su madre, Saeron venía cada un par de días, dentro de los horarios permitidos del lugar.

Ella parecía feliz, tenía a Soobin lejos y solo, en un lugar que haría que él cambie.

Y por supuesto que ha cambiado en este tiempo.

Toda la comida le sabía a tierra, estaba de mal humor, deprimido y a veces su Omega lo ponía violento.

No sentir a YeonJun lo tenia tenso e inquieto todo el tiempo.

Deseaba con toda su alma clavarte las llaves de la puerta en los ojos al Alfa que lo vigilaba, que lo miraba indiscretamente cuando lo dejaba salir del cuarto.

Todo el lugar era vigilado y administrado por Alfas.

Soobin sentía arcadas de oler sus aromas.

-Soobin! Hey, como vas con las náuseas? -era la hora del desayuno, el Omega a su lado era Jungwon, un Omega igual de cabello negro un año menor que él-

Tenía 3 meses de embarazo, sus padres se enteraron cuando con el registro médico de su embarazo la primera semana y al día siguiente lo trajeron acá.

Jungwon hasta ahora se niega a decirles quién es el otro padre, ya que ellos son de alta sociedad y lo iban a comprometer a los 18 años. Si se enteraban de quien era iban a buscarlo y no dejarlo en paz.

Él era fiel a su relación, no lo delataría.

Fue el primer Omega que conoció al llegar y este al instante lo comenzó a tratar como un amigo, tenía mucho cuidado con sus malestares, ya que parecía que Soobin la pasaba muy mal desde que llegó.

-tienes 5 meses y algo no? -pregunta Jungwon y Soobin asiente-

Ambos sentados, reciben sus porciones, Jungwon come como si no hubiera un mañana, tenía mucha hambre y Soobin mira el plato frente a él.

-ten, corté frutas y preparé té, quieres algo de dulce? Hay un pastel que trajo mi tía en el refrigerador. -frente a él estaba una sombra de YeonJun en la cocina de su casa, sirviéndole el desayuno con una gran sonrisa-

Cada mañana con él era tan brillanté y pacífica.

YeonJun era muy servicial y atento, el Omega comienza a llorar desolado, mirando su plato, sorprendiendo a Jungwon quien se atraganta.

-cof ahg...cof cof- tose y logra tragar, para luego agarrar a Soobin y abrazarlo, acariciando su espalda-

-maldita sea tu madre que viene con una gran sonrisa cuando tú estás tan triste aquí.-gruñe en su hombro y Soobin llora escondiendo su rostro- llora todo lo que quieras Hyung, saca lo que tengas guardado.

El Descendiente. [ 태국 - 연빈/Omegaverse] Where stories live. Discover now