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TaeHyung estaba en traje, formal y elegante como siempre, pero hoy todo era distinto.

Lucía un azul hermoso en él, su cabello bien peinado mientras hablaba con los invitados y daba algunas indicaciones.

Yeonjun y Soobin eran los que más ajetreados estaban, también el resto de los chicos en un intento de ayudar y todo eso sin que JungKook sepa.

El Enigma peliverde estaba bastante alegre, estaban sus amigos, los niños, su familia.

Veía a Jisoo a lo lejos con algunos de sus socios, está volteó a verlo y le sonríe.

Vaya, su prima y ella habían pasado muchas cosas, ir y venir de aquí, la empresa, sus vidas personales.

Jisoo estaba muy orgullosa de quién era TaeHyung y de lo que había logrado hasta hoy.

-Papá... -Yeonjun lo llama y este voltea- El tío Jimin ya dice que bajan, prepárate en el altar.

Dios... Sus manos comenzaron a temblar y no logró decir palabra alguna, simplemente fue hacia donde le dijo viendo a todos ir a sus lugares.

Todos estarían de pie, en medio del campo, en un hermoso atardecer lleno de flores.

El altar, lo habían hecho los chicos, con flores y ramas, era hermoso. Y todo sería frente al gran árbol del campo, aquel tan emblemático.

Había llegado el momento, y no podía esperar más para que llegue Su JungKook...

Su madre y Jimin le guiaban escalera abajo.

Comenzaba a odiar el traje que le había obligado a ponerse.

Pero el sonido de la gente hablar afuera y la suave música lo distraía, había un cálido aroma en el ambiente que lo hacía suspirar a gusto.

La comida y la escencia de TaeHyung.

Iba relajado, viendo a los sirvientes salir con bandejas hasta que Yeonjun se pone frente a él antes de llegar al ventanal que daba afuera.

-te tenemos una sorpresa Pa. -dice sonriente con una diadema escondida en sus manos contra su espalda- cierra los ojos.

-no me vas a secuestrar y tirar en una finca verdad? -dice dudoso ante las sospechosas sonrisas de los tres a su alrededor-

Yeonjun es muy malo mintiendo y actuando, es incluso chistoso verlo.

JungKook termina por cerrar los ojos y sentir como su hijo le acomoda algo en la cabeza y lo hacen salir hacia afuera.

Caminó a ciegas sintiendo el aroma de TaeHyung incrementarse.

-puedes abrirlos hijo. -dice su padre, quien a sorpresa suya, estaba a su lado y le extendía el brazo-

JungKook casi se hace pipí.

Memeooooo.

De la sorpresa, siente que sus piernas tiemblan junto con sus labios, cubre su boca y mira a su alrededor.

Toda la gente que lo rodeaba, las personas precisas y en el lugar perfecto.

TaeHyung lo esperaba mirándolo con sus ojos brillantes, rodeado de flores y JungKook no pudo aguantar, y comenzó a llorar de la emoción.

Yeonjun se había encargado de traer un fotógrafo, todo estaba siendo captado en cámara.

Soobin a su lado, tomó su mano y lo volteó a ver, pero el Omega siguió impregnado de aquel emocionante escena.

El Descendiente. [ 태국 - 연빈/Omegaverse] Onde as histórias ganham vida. Descobre agora