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- ¡No, no, NO! - Canadá gritó al golpear el piso con toda su fuerza

No le importó lastimarse la mano, no le importó nada realmente... ¿Cual era el uso de enojarse, si eso no los sacaría de esa situación en la que estaban?

El viento los golpeaba porque ya no había árboles, solo el sol en lo alto quemandoles la piel y el estuendo constante de las olas tan abajo chocando unas con otras y contra la pared del barranco en donde él, junto a Chile, México, Australia y USA estaban, todos detenidos mirando las últimas esperanzas escaparse de sus dedos cuando la habían tenido tan perfectamente entre las palmas.
Como agua, podía decir quizá... la había juntado en sus manos y había confiado en que podría volver a ver a Argentina cara a cara, explicarle lo que había pasado, abrazarlo y dejarlo ronronear contra su pecho mientras confesaba con las miles de poesía que había querido dedicarle lo mucho que lo amaba... pero se le había escurrido la oportunidad por huecos que no era capaz de ver y ahora el argentino se estaba alejando a la fuerza de ellos para siempre

¿Cómo era posible que la vida fuera tan cruel?
...
No, no era la vida... era UK y su maldito cinismo.

Por un momento deseo que nada de lo que hubieran vivido fuera real, que hubiera pasado tanto tiempo obsesionado con la leyenda de los Ninfos que todo eso fuera tan solo un tonto sueño producto de pensar tanto en ello.
Quería que todo, desde el amor que le tuvo, hasta el sufrimiento que le hizo pasar, fuera parte de una elaborada pesadilla si eso hacía que Argentina estuviera bien.

- Puedo alcanzarlos - Escuchó la voz de México alzarse con dureza por sobre el sonido de las olas

No pudo evitar mirarlo con la respiración afectada, sintiendose apunto de llorar... pero el mexicano no estaba triste ni afectado, él estiraba sus alas con la mirada fría en determinación, se mostraba listo para salvar a su hermano sin importar las vidas que se cobrara en el camino.

- Puedo llevarme a uno de ustedes también, Chile, Perú ¿Quién viene? - Se giró instantaneamente a los otros ninfos

Pero Canadá no podía desaprovechar esa oportunidad... esa última oportunidad de acabar con todo.

- A mí - Pidió, tomando por el hombro al mexicano - Llévame a mí -

De México solo obtuvo una mirada incrédula que se fue de arríba a abajo en su cuerpo, como si le sorprendiera una idea así.
Mas, cuando abrió la boca para hablar...

- Por favor, México - USA se metió en la conversación, sin dejarlo que se negara - Canadá conoce bien a nuestro padre y sabe cómo es el barco, necesitas confiar en nosotros - Le suplicó

El mexicano dudó, su mirar se fijó en el barco alejándose, mordiéndose el labio con desespero, sabía bien que el tiempo se les escapaba de las manos y que debía hacer una decisión rápido o perderían la única oportunidad de final feliz que les quedaba, depués miró a Chile, pidiéndole con la mirada que por favor le indicara qué hacer... y Chile asintió lentamente, dejándole claro el mensaje.

 - Eres más pesado de lo que acostumbro... - Soltó el tricolor en voz baja - ... Pero creo que puedo cargarte - Terminó, mirando con determinación en los ojos a Canadá

Así pudo ver a México alzar vuelo y abrazarlo por el pecho, usando toda su fuerza posible para levantarlo... ver sus propios pies separarse del suelo le hicieron estremecer por el vertigo y también admirar la fuerza del mexicano para levantar a alguien más pesado que sí mismo.
Poco a poco avanzaron hacia el cielo hasta ir incluso más alto que los árboles, era una vista increible, todo se veía pequeño desde allí, incluso las miradas asustadas de los que quedaron en el suelo, parecían en pánico pero apurados y esperando que pudieran volver con Argentina... o al menos que pudieran volver.

Los ninfos (CanArg)Where stories live. Discover now