Capítulo 14

13 5 0
                                    

No hay peor situación que ver llorar a una madre por un hijo o hija, y mi mamá es lo que más quiero en la vida, aunque no se lo diga ni se lo muestre seguido. Es mi error.

- ¿Qué es lo que exactamente te dicen esas niñas?

- ¿Para qué tiene que saberlo? No se preocupe, yo puedo con esto -en realidad ya no puedo.

-No me estés ocultando lo que te esta pasando -quisiera que eso fuera así.

No es que tengamos una buena relación madre e hija porque también hemos tenidos problemas e incluso hemos dejado de hablarnos por meses, no tenemos la suficiente confianza como para contarnos todo.

Lo siento tanto madre, pero no puedo hacerlo, no todavía.

-Claro que lo haré –miento y nos volvemos a abrazar.

Así nos quedamos como por una hora y en ese momento no me molestaba algo más que esta infausta situación. También es mi culpa y ese abrazo se lo merece, a la final es mi madre y es lo que más quiero.

-Me iré a bañar, esta haciendo frío -es verano y sí, en verano hace mucho frío.

El clima de este país es medio raro, en verano está un sol muy fuerte, pero a las 5 de la tarde hace un frío terrible. En cambio, en invierno hace más calor incluso si está lloviendo.

Cae la noche y el reloj marca las nueve de la noche y me encierro en un cuarto a llorar sin poder gritar.

¿Cuándo se terminará esto? ¿A caso será nunca?

Es como si mi cerebro dejara de recibir oxígeno.

Ya no me puedo concentrar en lo que hago, me olvido de las cosas importantes que tengo que hacer, los dolores de cabeza son más frecuentes, me dan mareos y el aumento de dificultad respiratoria se ha hecho presente.

Luego de dos horas de haber llorado hasta quedar vacía salgo más calmada, arreglo mi uniforme del colegio y me acuesto a dormir.

Estas cansada de soportar tanto, no tienes la culpa de esto, descansa.

Gracias.

Al día siguiente al levantarme me siento con ganas de no ir, pero después de todo lo que le dijeron a mi mamá no ir sería darles esa satisfacción y es algo que al menos no quiero darles.

No tengo ánimos.

Respira profundo, cálmate, nada te va a pasar, tu puedes, puedes con esto y más.

Que triste que me esté dando ánimos en asuntos que ni siquiera puedo entender, ¿por qué lo hago si esto no es mi culpa?, ojalá algún día pueda entenderlo.

-Hola. Buenos días -sacude su mano en frente de mi cara.

¿Quién es?

-Hola. Buenos días -le devuelvo el saludo y visualizo que es Harry, la verdad es que estaba tan desconcentrada del mundo real.

-Estas como distraída.

-Estaba pensando.

- ¿Te interrumpí entonces?

-Oh no, claro que no, de hecho, gracias porque creía que en algún momento terminaría lanzándome a unos de esos autos para que me arrollen -quise bromear.

-Entonces llegué a tiempo -reímos. 

Su risa me hipnotizó que quedé paralizada viendo como lo hace.

Cuando se ríe sus ojos se achinan.

-No escondas tus ojos castaños, son tan lindos -hablé sin pensar.

¡No sé qué es peor!  Mi versión.Where stories live. Discover now