¡No sé qué es peor! Mi versión.

Capítulo 7

Pensé que este año sería el de lo más tranquilo, porque este año por fin saldría de uno de mis tormentos "el colegio" al que asisto, aun me faltan tres años de bachillerato, pero espero que en el próximo sea todo diferente porque será en otro colegio.

Realmente espero que sea muy diferente.

Y lo será.

-Nada mal -comenta Grace saboreando algo nuevo del bar del colegio, una mezcla de helado con distintos sabores.

-Déjame probar.

Justo cuando ya tenía el helado en mi mano se acerca el grupo de las tres chicas que tanto odio, pero que no soy capaz de decírselos por miedo, ni siquiera sé porque les tengo miedo. Me empujan y el helado cae en mi blusa causando una gran mancha.

- ¿Qué te pasa? -les dijo Grace furiosa a Sara -es mi helado tarada.

- ¿En serio? -pues cómprate otro, ¿o no tienes dinero? -Grace no responde y Sara muestra unas monedas y se las tira -aquí tienes, te alcanza para dos, no seas tan mísera Chloe que un helado no cuesta mucho -se empiezan a reír.

Observo cada uno de sus movimientos por si vayan a querer golpearnos, no lo hacen, pero la que sí dio señales de hacerlo es Grace y en cuanto intenta hacerlo le toco el hombro, admito que el ambiente está bastante tenso, me acerco a Grace y le susurro...

-Esta bien, déjalas, ya te compro otro.

- ¿Estas demente? -me dijo y sentía la ira en su voz.

-Ya sabes que sí, no preguntes -intento bromear haciendo que la tensión que tiene ella bajara un poco -Vamos.

Y demoró segundos en responder, pero a la final accede.

-Solo porque tengo hambre no lo hago.

-De acuerdo.

Nos retiramos sin hablar, bueno, ellas si nos gritaron groserías como siempre, pero no las escuchamos, ah y no recogimos el dinero que nos tiraron, aún nos queda dignidad y suficiente tenemos con aguantar insultos de terceros que en nada nos ayudan como para depreciarnos más.

- Ingresa al baño y te sacas la blusa para poder limpiarte un poco esa mancha que te dejó -me pide Grace.

Rápidamente entro al baño antes de que toque el timbre de entrada.

- Agárrala -le aviso -pero trata de no mojarla mucho.

- Eso lo sé, la idea es de tú mamá no se dé cuenta para que no te pregunte sobre esto.

Silencio.

- ¿Cómo están todos en tu casa? -decido romper el silencio.

- Están bien. ¿Y en la tuya?

-Supongo que bien.

- ¿Cómo que supongo? Tienes que saber si viven juntos.

- Pues sí, pero cada uno tiene sus cosas. Sabremos cuando se tratan de enfermedades graves, así como la de mi primo -eso último lo dije más como para mí.

- Me has contado lo del cáncer.

- ¿Sabes? No se me haría extraño que algunos de estos días me digan que tengo cáncer. 

Verán, por parte de la familia de mi mamá hay muchos casos de cáncer, siento que es algo como hereditario. La abuela de mi mamá falleció de cáncer y mi primo también y ambas muertes me dolieron tanto que he tenido traumas con eso porque tras de eso he ido de doctor en doctor porque las enfermedades que parecían de pequeño peligro se acrecentaron y aunque muchos piensan que es psicológico en realidad no todo ha sido así, en realidad sí existen. No siempre mi mente tendrá la culpa de mis desatinos y menos pudría hacerlo con estos temas serios.