¡No sé qué es peor! Mi versión.

Capítulo 12

-Cada día es peor, pero el de ayer rompe récord -quise bromear.

-Luego de todo lo que me contaste es seguro que sí -Grace también trata de bromear.

-Esto es peor.

-Otros ya se hubiesen suicidado.

-Y lo he pensado -esto lo dije para mí y se escucha como un balbuceo.

- ¿Qué dijiste? -me pregunta.

-Pensaba en voz alta. ¿Estas bien? Es que no te he visto comer y tu amas comer -rio con nerviosismo, juego con mis manos esperando despistar el tema.

-Ah sí es cierto, vamos ¿vas a comer?

-No, anda tu sola.

- ¿No tienes dinero cierto? -niego con la cabeza -ven yo te compro.

-Es tu dinero, come tu que yo como luego que llegue a la casa.

-Ven, yo te invito, en algún momento me invitaras tu -insiste.

-Vamos entonces -acepto porque en realidad sí tengo hambre.

Si tenía hambre, pero no tengo dinero más que solo el pasaje porque había tenido que comprar cosas que piden en el colegio y no me gusta tener que pedirle dinero a mi mamá.

Para poder tener más que solo el pasaje que es lo que mi mamá nos da a mi hermano y a mi he tenido que "ayudar" a una amiga en sus tareas o en lo que me pida, pero mi mamá no lo sabe.

-Tus notas han bajado notoriamente y ten por seguro que es lo primero que se le dirá a tu mamá en la reunión -es lo que me dice la docente a cargo del curso, o sea, nuestra querida y maravillosa tutora o dirigente como prefieran llamarla. 

-Estoy consciente -evito verla a la cara.

Mañana hay reunión de curso donde entregan notas de los parciales porque vamos a mitad de año. Y me espera un gran regaño de mi mamá.

-El primer año tenías notas excelentes, el segundo bajaste, pero no fue de preocuparse, pero este año estas muy baja incluso puedes ir a recuperación a finales de año ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué has bajado tu rendimiento de esa manera? -digamos que parece preocupada porque ella sabe todo lo que pasa en este colegio y ni siquiera hace por cambiar algo. Sigo sin poder mirarla solo juego con mis manos en mi regazo un poco nerviosa y no le respondo.

-Vuelve a clases.

Salgo de la oficina y voy a la clase de matemáticas donde se encuentra el mejor profesor (total sarcasmo) no odio la asignatura, al que si detesto un poco es al profesor porque él también se burla de lo que dice Paula, Sara y Tracie.

Admito que como docente de matemática no es malo, de hecho, explica bien, pero a veces las actitudes hablan por sí solas.

Es joven de unos veinte y tantos años, no sé exactamente cuántos. Físicamente es guapo, de ojos castaños, y muy extrovertido cuando se lo propone. 

De hecho, hay rumores sentimentales de él con Sara y valla profesor que se carga el colegio, no sé cómo sigue trabajando aquí, bueno, es que nadie se ha atrevido a decirle a rectorado sobre estos rumores para que le puedan hacer un seguimiento. Claro, si es que es cierto habría que confirmarlo.

-Chloe ¿quieres pasar a resolver el ejercicio a la pizarra? -me pregunta el docente.

-No quiero -sé cómo hacerlo, pero esa sensación de como los demás me están mirando no me gusta.

No puedo.

Creo que esa sensación es algo que me va a seguir de por vida.

-Chloe, no tienes actuaciones y tus notas están bastante bajas y si sigues así es probable que tengas que recuperar a finales de año y tendrás que estudiar lo de todo el año -Mi mirada se dirige a Sara quien tiene una gran sonrisa, de esas que dan asco.

No le hablo, ni siquiera lo miro.

- ¿Me estas escuchando? -se escucha el tono un poco airado.

-Sí profesor.

Entonces decide proseguir con la clase.

-Deja el miedo Chloe, yo sé que sabes como hacerlo, pero no puedes por los demás -me susurra Grace.

-Tu ya conoces. No puedo evitar las miradas de los demás. 

Recorre  por mi cuerpo esa sensación de miedo y ver como todos me repudian y no saber las razones exactas. Duele ver como las personas me odian y que al mismo tiempo tengo que hacerlo yo porque es la única manera de sobrevivir.  

Esto pesa.  Pesa ver cómo me aferro a la idea de odiar a las personas porque luego tengo miedo que se vuelva hábito.

-Me acostumbré a odiar este mundo, al fin lo hice. Detesto la existencia de cada ser humano, son totalmente innecesario. La raza humana es la peor que puede existir en este mundo de miseria. Vivimos clasificándonos, marginándonos. Vivimos por responsabilidad de uno e irresponsabilidades de otros-

El mundo no será destruido por un virus que procreo de alguna especie animal. El mundo será destruido por microorganismos como nosotros. Aquí solo somos gérmenes. 

...

Llega el día de la reunión y cualquier cosa que me dijeran no me sorprendería la verdad.

Veo llegar a mi mamá al colegio y la saludo.

-Hola madre.

-Hola hija ¿Dónde es la reunión?

-Allá - le señalo el lugar. Normalmente las hacen después de la jornada de clases, pero en esta ocasión quisieron hacerla en la mañana.

Luego de un par de  horas la veo salir y por alguna razón la veo triste, me acerco a preguntarle lo que le hayan dicho, aunque claramente ya lo sé o eso supongo.

- ¿Qué le dijeron? -le pregunto con una sonrisa fingida.

-Ahora no, después te digo -enseguida salió con la mamá de Paula.

-Bueno, nos vemos -ellas salen y por alguna razón me parece haber visto a mi mamá con lágrimas a punto de salir.

Me quedo unos minutos inmóvil tratando de descifrar, pero entonces me interrumpe Grace con la mamá.

-Hola Chloe ¿Cómo estás? -me saluda la señora Smith.

-Hola señora Jenny, estoy bien, gracias y usted ¿Cómo se encuentra? -siempre he tenido buena relación con ella la verdad.

-Me encuentro bien, por hay los dolores de siempre, pero que haríamos sin ellos ¿no crees? Eso demuestras que estas tan vivo como siempre -bien alegre la señora.

Ese maldito dolor de demostrar que sigues vivo es el que me atormenta cada día.

-Bueno, nos vemos Chloe, tienes que ir a visitarnos.

-Sí señora, Grace me va a llevar -le sonrío y se despide.

Creo que pasaran los años, pero entre la mamá de Grace y yo siempre nos llevaremos muy bien.

- ¿Qué te dijo la señora Miller? -me pregunta Grace.

El nombre de mi madre es Rous Miller.

-No sé, no me quiso decir.

-Vamos a clases, nomas nos falta una hora y salimos por hoy.

Confucio dijo: Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces, entonces estás peor que antes. Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber.