A Las Flores Les Gusta El Silencio ✓ #PGP2024

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Alice estaba mejorando y eso se sentía bien, aunque sabía que no era por él, era por la presencia de Zinov que se esforzaba por hacerla levantar cada día. Eliot siempre consideró esa energía una patada en el culo, pero tratándose de la mejoría de su hermana no le importo levantarse a las cinco de la mañana para volar desde Boston hasta San Diego para visitar a las amigas de Alice y también reunirse con todas esas personas que tenían algo en común con él, o al menos con el Eliot de veinte años.

Aún seguía distante, hablaba poco, pero al menos quería salir. El primer día que la vio fuera de la cama se emocionó al cerrar la nevera y encontrarla de pie frente a la estufa calentando un poco de té. Estaba neutra, pero se veía un poco mejor. Olvido por completo el hambre y se sentó en el sofá, escuchándola hablar sin que el rubio la dejara detenerse. No le importo lo que estaban pintando ni entendió de lo que hablaban, pero eso lo lleno.

Eliot dio problemas, muchos problemas durante su etapa más rebelde, problemas que Alice solía cubrir de sus padres o pagar antes de que estos se dieran cuenta. Problemas que experimento con Zinov, problemas que tuvo por él y su novia, así como problemas en los que solía meterse para hacer enojar a sus padres a pesar de que nunca se daban cuenta. Ver como su hermano menor llego en la madrugada con una mancha de brillo en el cuello la hizo recordar todo lo que arreglo y atesorar a ese Eliot que adoraba meterse en broncas, de repente reconoció al hombre adulto que era, las responsabilidades que tenía, lo alto que llego aún con la perdida y, si él lo estaba intentando, ¿por qué Alice no?

Ese día vio a su alrededor, vio como el rubio llego a casa para que la enfermera se fuera, lo vio llevar el sofá desde la sala hasta su habitación para quedarse con ella, lo escucho hablar a pesar de las pocas respuestas y también escucho la llamada con su esposa diciéndole que se quedaría un tiempo mientras Eliot estuviera ocupado. Después a su hermano llegar y mirarla con un brillo de esperanza, realmente todos estaban dándole su tiempo para mejorar y eso bastaba para intentarlo.

Sabía que seguiría aferrándose a esos recuerdos, pero saberlo no significaba una obligación, ya se había roto lo suficiente para seguir creando grietas donde solo quedaba trozos. No iba a reconstruirse y eso estaba bien; también existen los dolores con los que se convive y ese era uno de ellos. Para los dos.

-Bienvenidos -Alice fue la primera en colgarse del cuello de Milly, las dos sonrieron y no dejaron de hablar todo el camino.

Una parte de ella se acostumbró a estar mal, a ver a su hermano mal y a que todo a su alrededor estuviera mal. Cuando vio por el retrovisor una sonrisa seguida de un mensaje cruzo mirada con el rubio, los dos estaban en el asiento trasero y cuando trato de quitarle el celular vieron como lo escondía de inmediato. Eliot siempre supo que Alice lo crio, con esos pocos años de diferencia Alice crio a una persona fácil de romper, por eso, después de meses se preocupó por sus sonrisas a mensajes repentinos.

Era una señal de ilusión que quizá era demasiado apresurada.

El miedo de que esa ilusión fuese a doler tanto como para perderlo de una forma peor, pero, ¿qué tan perdido podía estar después de perder a su sobrina y esposa?, ¿qué tan ilusionado podía estar con el poco tiempo que se estaba dando?

Alice aún no superaba ese dolor y una parte egoísta en ella esperaba que Eliot tampoco, esperaba que se quedara estancado un poco más, que no resistiera como lo estaba haciendo, pero el mayor acto de resistencia de una persona era seguir con su vida y ella podía verlo, pero no podía sentir ni ver más allá a diferencia de su hermano. Las cosas que duelen simplemente no dejan de doler, se convierten en recuerdos, pero su impacto es el mismo, no es que dejara de molestar, simplemente trataba de vivir con ello.

Eso era lo que no entendía, que Eliot aún no entendía: ¿en qué estaba avanzando?, él se veía igual de estancado con la diferencia de que no quedo en un solo momento, no dependió de la medicación y no tuvo que sentir lo que era la sangre recorrer sus brazos con la esperanza de apagar todo, no experimento esos ataques, pero tuvo que estar ahí y verlo era aún más tortuoso porque lo recordaba cada instante. No podía verla sin ese miedo.

Tuvo que mantenerse bien cuando su hermana quedo atrapada, cuando los medicamentos no la dejaban despertar porque era mejor mantenerla dormida a terminar de cocinar, tener que verla en la bañera con las muñecas abiertas con una tina cubierta de sangre, tuvo que resistir cada ataque donde el mayor culpable de algo que no pudo evitar era él, porque no había nadie más cerca y sobre todo tuvo que tragarse una culpa que no le correspondía. La misma que ella colocó sobre sus hombros para aligerar lo que sentía.

Cuando era niño, Alice siempre estuvo ahí para curarlo.

Así de simple; él debía estar ahí para ayudarla a sanar. Quería estar ahí viéndola sanar sin importar cuantas veces más vaya a culparlo.

-¿Y tu solución será llevar otro niño a casa? -escuchándolo de alguien mucho más sensato sonaba a una locura, una que ya hizo-, ¿¡QUE SUCEDE CONTIGO, ¿¡ELIOT!?

-Linda, yo le dije eso.

-¿Por qué no me dijiste lo que hizo? -regaño a su esposo-, dile que aborte. Alice no está en condiciones para ver más niños. No por el momento.

-Es ilegal en Boston...

-Pues tráela a California, donde sea hay una clínica de abortos a la vuelta de la esquina. Puede quedarse para el reposo...

-No le haré eso, yo le pedí que la tuviera.

Emily era un respiro, era linda, amable, intimidante y eso le gustaba, le atraía Emily y no se lo pensó mucho. Desde el primer momento entendió que era un imán.

Cada que repetía eso en su cabeza se sentía estúpido porque alguien le estaba gustando, creció en un matrimonio donde había muchas cosas menos amor y dudaba que alguno de sus padres pensara en algún punto de su relación que se gustaban o se atraían.

Era nuevo porque amo a su exesposa desde el inicio, pero nunca tuvo la oportunidad de que le gustara algo en específico de ella, amaba que fuese amable, amaba que fuese tímida, pero eran palabras tan fuertes que desde un inicio perdía la fuerza de su significado.

Quizá solo era un capricho, quizá pasaría cuando la niña naciera y pudiera comenzar de nuevo con Alice mejorando, ya había pasado mucho tiempo escogiendo nombres, no iba a llamar a su hija como a su sobrina, quería algo que le recordara a ella y cuando recordó la película de princesas favorita Tiana le quedo perfecto.

Realmente ya no lograba ver mucho sin esa niña.

Eliot soñaba, soñó con salir de sus padres, soñó con llevarse a su hermana, soñó con tener tanto dinero como para no preocuparse y cada sueño lo cumplió, también soñó con hacer a su sobrina feliz y estaba tranquilo al tener en cuenta que, aunque era muy pequeña para morir fue feliz todos los días.

Ahora soñaba que Emily se quedara un poco más, pero estaba volando muy alto y lo entendía, pero la esperanza de que aceptara lo que era, lo que hizo y lo malo que pensó al tener un hijo como un reemplazo, aunque ya estaba en un plano muy alejado al que implanto en un inicio.

Tiana era una parte de él, aún no nacía y ya la amaba. La amaba mucho más que Emily, la amaba más que una obligación y el embarazo para Emily justo en ese momento era una obligación.

Recuerden avisar de cualquier error o falta ortográfica, por si no saben tengo dislexia, muchas veces se me complica mucho escribir pero trato de corregir lo mejor que puedo.

Para cualquier error pueden escribirme o comentar el párrafo o palabra y su error.

Gracias. 💛