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Levantó la cabeza del retrete con los ojos cristalinos y no había vomitado de esa forma y ella solía embriagarse desde los quince a escondidas de su madre, después con su madre y ahora solo salía de la facultad, compraba una cerveza y caminaba has...

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Levantó la cabeza del retrete con los ojos cristalinos y no había vomitado de esa forma y ella solía embriagarse desde los quince a escondidas de su madre, después con su madre y ahora solo salía de la facultad, compraba una cerveza y caminaba hasta su departamento o el departamento de su exnovio o casa de algún compañero.

Durante un tiempo, Emily pensó que tenía serios problemas con el alcohol, pero luego de un tiempo dejó de pensarlo. La universidad la ocupaba lo suficiente para dejar de beber casi por completo, al menos entre semana. No podía estar una semana más ignorando los vómitos, mareos y ganas de comer cosas extrañas a cada minuto.

A las dos, a las tres, a las cuatro, a las cuatro y media y finalmente a las cinco de la tarde, tratando de contactar con Milo, cuando recibió la notificación de una aplicación para recordar su periodo, sintió las alarmas de su cuerpo encenderse, aunque había olvidado la última vez que tuvieron relaciones, estaba segura de que había sido antes de ella irse a pasar Navidad y Año Nuevo con su familia.

Emily había estado intentando contactar con Milo durante toda la semana. No podía dejar de pensar en él, pero no sabía si dejar de insistir o comenzar a pensar de nuevo.

Milán:

Tu cerebro se ha ido de sabático Mely.

A pesar de que la hizo sonreír, no respondió, dejó el teléfono junto a su cabeza de nuevo observando la prueba de embarazo. No era su mayor miedo, pero no era lo que quería.

La pantalla se volvió a activar con otro mensaje.

Milán:

MIRA HIJA DE TU PUTA MADRE O LE DICES O LE QUEMO EL COCHE.

Y NO LA CARRIOLA QUE TE DEBE COMPRAR PARA ESA DESGRACIA.

Que vivo cerca, eh.

Emily:

No es nada seguro, pueden ser solo mareos.

Milán:

Los niños dan mareos.

Decidió ignorar su llamada por media hora, soltando una pequeña risa cada que revisaba un nuevo mensaje, no sabía cómo alguien podía insultar en tantas maneras, pero Milán sorprendía cada que abría la boca, era de los pocos que hablaban español en su universidad y quien terminó de acoplarla en muchos grupos, solía contarle muchas cosas primero que a Alex justo por la razón de que actuaba alterado y bajo.

Después de una crisis ansiosa grupal, la conciencia iba a ser aconsejada o a quien le resuelva la vida, como en muchas ocasiones. Además, era su hermano, no podía decirle: Creo que estoy embarazada. Y, después de colgar, esperó a que el bebé desapareciera mágicamente o Milo se hiciera cargo de eso, ambos eran lo suficientemente irresponsables como para ser padres, Emily era negativa y positiva, ese punto intermedio la estaba jodiendo.

A Las Flores Les Gusta El Silencio ✓ #PGP2024Where stories live. Discover now