FALLING WALLS [L.S.]

Capítulo 49

Narra Harry

||Días después||

(Mediados de Abril 2017, a 1 mes de la actualidad)

Sonrío de lado viendo a lo lejos a un niño jugar entre carcajadas con un grupo de su misma edad, se correteaban entre sí mientras sus padres los observaban sentados en bancas alrededor del área de juegos, en un momento el menor tropieza con sus pies al intentar huir de una niña y termina cayendo de bruces sobre el pasto. Abro mis ojos sorprendido, pero antes de lograr levantarme para verificar que estuviera bien, sus progenitores ya se encontraban junto a él ayudándolo a ponerse de pie y revisando su cuerpo.

Un sentimiento de nostalgia y envidia se acumula en mi pecho al instante, realmente no recordaba mucho de mi infancia y eso me hacía sentir culpable. La única memoria completa qué tenía es aquella en la que mi mamá me miraba con preocupación después de haber llegado a casa con un moretón en la mejilla después de mi primer día de primaria, al instante un señor aparecía junto con ella mientras ambos intentaban calmar mis sollozos. Nunca fui realmente aceptado por mis compañeros durante mi etapa estudiantil, inconscientemente mi orientación siempre fue tan abierta qué por más que lo intentara jamás lograba ocultarlo, como consecuencia, siempre fui el objeto de burlas y golpes. Recuerdo que esa vez les dije que nunca podría conseguir amigos, pero ellos me aseguraron qué algún día llegarían las personas adecuadas qué me aceptarían tal y como era...estaban en lo correcto.

¿Hijo? -murmura una voz a mi lado haciendo que me sobresalte-

P-Papá, ¿cuándo llegaste? -pregunto apartando mi atención de aquella familia para verlo-

Hace unos minutos, traté te hablarte, pero estabas demasiado metido en tus pensamientos -veo como alza una mano hacia mi rostro y limpia el rastro de lágrimas de mi mejilla- ¿Sucede algo?

Es divertido qué lo preguntes -susurro apartándome lentamente de su toque-

Harry, sabes que jamás haría algo para dañarte -dice seriamente-

Si eso fuera cierto no estaríamos en esta situación -niego con mi cabeza-

Estamos en esta situación porque tu novio te lavó el cerebro y te puso en mi contra -frunce el ceño-

Lo único que hizo fue quitarme la venda de los ojos y me enseñó quien eras en verdad -contraataco -

¡Sólo quiero protegerte! -alza un poco su voz-

¡Mientes! -grito de igual forma- Siempre lo has hecho, jamás has cumplido tu palabra -digo con un nudo en mi garganta- Cuando me encontraste me juraste que todo cambiaría para bien, que me protegerías y amarías, qué sería feliz a tu lado

Y cumplí -responde seguro-

No, no lo hiciste -niego sin cortar el contacto visual- Jamás había sufrido tanto como lo hice durante estos últimos años, preferiría haberme quedado con la idea de que toda mi familia había fallecido a saber que mi padre estaba vivo y que era una horrible persona

Debes de entender que lo hice por tu bien y para que tuvieras un futuro exitoso -toma una de sus manos entre las suyas- ¿Gastronomía? ¿Un novio pobretón? Ningún futuro bueno podía salir de ahí, cariño

¿Nunca te pusiste a pensar que yo no quiero lo mismo que tú? -aparto mi mano- Yo no quiero una mansión, ni un auto de año, ni sirvientes, ni dinero por montón

No sabes lo que dices... -lo interrumpo-

Claro que se lo que digo, crecí en un hogar humilde junto a mamá y pasé mi adolescencia en esa misma casa sobreviviendo con la poca herencia qué ella y papá me dejaron c-cuando f-fallecieron -cerré mis manos y apreté los puños con fuerza para no romperme-