No quiero decir adios

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Akame mira fijamente a Zuko, su interior se retorció salvajemente, mientras sus ojos y su rostro tomaban rubor. Zuko se veía digno de la realeza, el traje le quedaba un poco grande, pero lo hacía ver elegante y guapo, Akame solo pudo frotar sus manos y tragar con fuerza.

— Realmente te queda bien.

Zuko era perspicaz. Se acercó a Akame sin dejar de mirarla y con las comisuras de sus labios ligeramente levantadas, Akame flaqueo y tembló un poco ¿Cómo podía verse tan bien con un traje que ni le quedaba? Las grandes manos de Zuko rodearon su cintura, acortando la distancia entre ellos y plantando un suave beso sobre el lagrimal rojo de Akame. Tan malditamente atrevido.

Le quedaba tan bien. Ya lo había notado antes pero cada paso que daba estaba lleno de dignidad y elegancia, apesar de que su atuendo no fuera el más adecuado, siempre daba una sensación de fuerza. Su mundo es otro y no es el mío.

Akame devolvió el abrazo con fuerza, escondiendo su rostro en el pecho de Zuko, aferrándose fuertemente con sus manos. Desesperada y triste. Zuko no entendió muy bien, pero veía su desesperación, cómo se aferró con tristeza a él, haciendo a su corazón preocupar.

— ¿Qué pasó Akame, te sientes mal? — Zuko se acercó a su oído y susurro entre el cabello oscuro de Akame, apretando un poco más su abrazo.

Akame se quedó callada, su cuerpo parecía temblar y los sonidos nasales se hicieron presentes. Ella estaba llorando. Zuko frunció el ceño y frotó su frente en el cabello de Akame, plantando algunos besos tiernos de paso.

— Me siento muy mal.

— ¿Por qué? — Zuko aparto el cabello largo que le tapaba la cara a Akame, dejando al descubierto un rostro entristecido y con lágrimas cristalinas.

— Por que ... Se que te vas — Akame miro a Zuko — No quiero decirte adiós — Entonces ella lloro más fuerte.

Zuko no sabía que hacer, su corazón dolía y a la vez se sentía feliz ¿Cómo podía amarla tanto? A esta delicada flor. Se separó un poco del abrazo para tomar el rostro lloroso entre sus manos.

—  Soy... terco... y reacio a dejarte ir. Estaba pensando... en como convencerte por qué te quiero junto a mi — Zuko fue serio, junto sus frentes y sonrió tímidamente — ¿Tu quisieras ir conmigo?

Ah no sabía que Zuko se podía ver así — JAJAJA

— Ohug no te rías — Cabizbajo y sonrojado, no podía más que sentirse avergonzado.

El cuello de Zuko fue rodeado por unos brazos delgados y cálidos, levanto el rostro, y con sorpresa fue recibido con cálido beso.

— Yo también te amo.




Sorry por la tardanza, pero les aseguro que empezaré a subir más capítulos, lo juro.
ಥ⁠‿⁠ಥ

Vamos a empezar con un viaje~

La chica del campo (Zuko)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें