La chica del campo (Zuko)

Alcohol

Después de una gratificante cena, Zuko pensó en ir a dormir, pero antes de que pudiera levantarse Akame había regresado con una botella de licor.

- ¿Licor?

- Si, lo compre en el mercado, dicen que beber después de comer, hace bien para ir a dormir ¿Que dices, bebes conmigo? - Akame sirvió el licor en pequeños vasos y uno de ellos se lo paso a Zuko.

Zuko lo pensó por un momento, pero después tomo el vaso.

Akame se acomodo, se apoyó en su brazo mientras se inclinaba hacia atrás, estiró sus piernas por debajo de la mesa y estás alcanzaron a rozar con las de Zuko. En cambio Zuko fruncía el ceño un poco, se sentó recto y con la piernas cruzadas.

El licor era dulce, la suavidad de la bebida estimulaba la garganta y el sabor a durazno  era elegante, recorría lentamente el interior de boca dando una sensación de frescura. Empezando con una conversación tranquila, el ambiente era perfecto.

- Ahh es muy bueno - Akame ya llevaba 3 vasos, aún seguía muy consciente, pero su piel pálida tenía un ligero rubor y sus ojos se veían más suaves de lo normal.

Zuko miraba a Akame con atención, sus ojos se posaban en cada parte de ella y finalmente cayendo en su cara, en esos gruesos y carnosos labios color carmesí, en esos suaves ojos esmeralda que se cerraban y abrían lentamente. Zuko estaba siendo afectado por el alcohol, después de todo llevaba 5 vasos.

Akame, con su conciencia aún muy despierta se dio cuenta de la persistente mirada de Zuko, era vergonzoso pero le gustaba su atención. Trago un poco de saliva, se acercó a la mesa sirviéndose un poco de más de licor y Zuko hizo lo mismo.

- ¿Que tanto miras? - Akame se acercó a Zuko, lo suficiente para que pudiera apreciar cada destello color esmeralda de sus ojos.

- Ojalá .... - Zuko murmuró para él, pero Akame solo quedó confundida.

- ¿Que? No te escuché habla más fuerte.

- Ojalá pudiera besarte.