La chica del campo (Zuko)

Incómodo en el corazón

— No... Yo. Solo me siento un poco raro.

Akame lo miro con extrañeza ¿Raro? ¿Por qué raro?

— ¿Te sientes mal? ¿Estás enfermo? — La fresca palma tocó el rostro de Zuko, algo satisfactorio, avergonzado pero con el corazón contento.

— No, no es eso. Es solo que me siento algo incómodo — Tomo delicadamente la suave mano de Akame entre su áspera palma, en un contacto algo íntimo y romántico, miró con ojos brillantes a Akame

Akame miró con cautela aquellos ojos ámbar flamantes, algo provocativos pero con un aspecto puro.

— ¿Hay algo que no te gusta?

— ...

Evito la mirada, estaba sonrojado, le daba vergüenza hablar. Recordando de lo que iba a decir, le pasó por la mente el como Akame se sonrojo por alguien que no era él, le incomodaba y se sentía molesto, solo quería que le pasará eso con él.

Akame veía atentamente el ceño fruncido de Zuko, queriendo burlarse, pero no se puede, está en casa ajena. Habían estado tán relajados durante unas semanas que ya no solía ver a Zuko frustrado, era divertido.

— Lo que quieras decirme, lo hablaremos después de comer — La Sra. Su había llegado con una charola que tenía varios tazones.

Zuko fue sacado de sus pensamientos, arrepientiendose de no haber hablado, ahora estaba más molesto, consigo mismo.

— Hace mucho que no preparo comida para muchas personas, espero que sea de su gusto.

— Sra. Su a mi siempre me a gustado su comida, es muy buena cocinera — Akame sonría cálidamente.

Entonces Fei y su hijo llegaron desde el patito, limpiándose y llegando al comedor, también llegó un hombre desde la parte de enfrente de la casa, es el hombre que los había recibido.

Fei les dio una sonrisa por cortesía, y Akame la devolvió. Zuko lo vio, sintiéndose nuevamente incómodo y frunciendo el entrecejo.

— Parece que no nos hemos presentado, mi nombre es Yao.

Yao se dirigió a ellos de manera más educada que cuando los habían recibido.