𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐒𝐂𝐄𝐍𝐓 - Twilight

capítulo veintiuno

𝐀𝐃𝐀

Volví al río donde luché con Amar, donde casi me mata, donde Jacob me ayudó a recuperar mi lobo, me metí al agua y me lavé, mi apariencia humana conservaba la suciedad de mi forma lobuna, aún tenía la sangre de Amar en mi hocico. Lloré, no es justo, si tan solo lo hubiese visto como el villano más grande de todos, como un asesino y amenaza, nada de esto dolería tanto, pero él solo fue una víctima del destino. Porque en sus recuerdos vi que Elián se había imprimado de mi madre. Me sumergí en el agua, esperé que mi cuerpo me pidiera oxígeno, pero podía aguantar por horas hasta que lo hiciera. Una piedra cayó a mi lado, volví a la superficie recordando esta escena, pero Amar no estaba, quien sí estaba era Jasper. Él me sonrío un poco y dejó mi ropa sobre la misma piedra donde Amar estaba sentado antes, sentí un sollozo salir de mí, Jasper notó eso y se introdujo al agua con ropa y todo, me abrazo y lloré, no me pude contener, tenía que soltar esto.

Jasper me acariciaba la espalda, era frío, pero su olor me calmaba, me daba seguridad, paz, él era mi hogar.

—¿Sabes lo que sucedió? —le pregunté, aún estaba oculta en su pecho, él suspiró y me observó.

—Algo me contó Edward, hubieras visto mi necesidad de romperle un brazo para que me dejara venir, pero por lo visto era necesario no estar presentes ¿cosas de lobos no? —dijo, reí levemente, él acarició mi rostro, quitándome el cabello y dejándolo detrás de mi oreja, volví a apoyar mi frente en su pecho—. Bueno, aunque esta batalla me preocupó, más me preocupa lo que vendrá —dijo, levanté la mirada y lo vi.

—¿De qué hablas? —pregunté.

—Edward nos llevó a cazar y fue más con la intención de decirles la verdad a Rosalie y Emmett —abrí la boca y dejé escapar todo el airé de mis pulmones—. Digamos que, es hora de hacer esto más "formal" ¿Qué dices?

—¿Formal? —repetí, él sonrío y asintió, observo unos instantes a los alrededores y después volvió a mí, hoy las nubes estaban tapándonos, pero igual la luz del sol se adentraba en ciertos lugares, me di cuenta porque su cabello era tan reluciente como sus ojos, y sus labios parecían rosados, como si tuviese sangre recorriendo su cuerpo justo ahora.

—Viendo todo lo que ha sucedido, lo que siento y teniendo en cuenta que si algo te sucede moriré, quiero pasar el resto de mi existencia a tu lado, y si al principio es muy agobiante esas palabras. Quiero decir que deseo ser tu novio y si me permites a futuro, formar una vida eterna juntos —sonreí al oírlo, asentí y él juntó sus labios con los míos. Nunca pensé más allá de lo que podía obtener con él, pero ahora que dijo esas palabras, mi mente se llena de imágenes, quiero vivir con él, estar juntos eternamente y estar así, felices, juntos como una familia.

Hablar con mamá fue un calvario, claro que no estaba de acuerdo, pero la verdad es que algún día llegaría el día en que tenga que irme y vivir mi propia historia. Papá fue más accesible, entendió el tema de la imprenta y de que Jasper me amaba, y los demás simplemente estaban felices, porque Jasper era feliz y yo también. El otoño llegó y un anillo nos unió, ya no era Ada Cullen, ahora tenía que conservar el apellido Hale, pero personalmente decidimos conservar el apellido original de Jasper, éramos los Whitlock. Fuimos a Rusia, un país del cual tuve altas expectativas y no me fallaron, fuimos a la ciudad de Siberia y vivimos ahí unos años, hasta que las personas empezaran a dudar de nuestra edad, después nos fuimos a Brasil, donde nos reunimos con Alice y Peter, fue lindo verlos. Y después de más de cien años, volvimos a Forks, el mundo pudo cambiar, pero Forks jamás.

Volví al prado, quería asegurarme de que aún estaba ahí, y así fue, la naturaleza no olvida. Me senté en medio del pastizal, era primavera, exactamente la misma fecha en donde interactúe con él por primera vez. Cerré los ojos y sentía la brisa mover mis cabellos, sonreí al oler a mi otoño acercarse a mí, sus brazos me envolvieron por la espalda y se sentó ahí, me recosté en su pecho mientras veíamos el paisaje, las flores se mecían de un lado a otro, era simplemente hermoso.

—Estos alrededores tienen mucha historia —dijo él, sonreí y asentí, me giré para verlo y él me besó en los labios, después en el pómulo y al final en la sien.

—La mayoría de las veces es de nuestra historia —dije, él me observó—, y aún la estamos escribiendo. Vendrás una y mil historias, las recordaremos como ancianos alrededor de la chimenea de la casa —reí y él igual, sus brazos rodeaban mi cintura y los acaricié.

—¿Sucede algo? —me preguntó al ladear un poco la cabeza, suspiré y me acomodé para verlo directamente, alejándome de su abrazo.

—Sí, es algo que no sabía que se podía hacer, pero este mundo siempre me sorprende —dijo, él levanta su mano y acaricia mi mejilla.

—Solo dilo.

—Creo que...Estoy embarazada —su mano se detuvo y su mirada se perdió unos instantes, después volvió y se acercó a mí, estuvimos en silencio y efectivamente había un latido en mí, uno aparte del mío.

—¿Cómo? —preguntó dudoso, pero enseguida lo miré.

—Jas, soy una trihíbrido, no hay una explicación lógica a esto.

—Supongo que tienes razón —dijo, reí sin gracia.

—¿Supones? —dije, él suspiró y rápidamente me besó.

—Estoy feliz, tranquila, lo amaré mucho, pero admito que nada llenara tu lugar en mi —sonreí, él acarició mi mejilla y volvió a besarme, sus brazos me envolvieron y caímos a pastizal, unos pétalos de flores se volaron por el viento, pero estaba más concentrada en besar a mi otoño, al hombre que era mi razón de ser feliz.

—Jas, si tenemos un niño, quiero llamarlo Amar —dije, él me observó unos instantes y asintió, depositó un beso en mi sien y descansé mi cabeza en su pecho. Hace años creía que el significado del nombre importaba, pero me di cuenta a medida que avanzaban los años, que yo era más como Amar. Jasper era mi vida y sin él estoy segura de que la muerte sería un consuelo. Esto me hizo simpatizar más con Amar, porque ahora entendí que no hay piedad más grande que darle paz a quien la perdió. No maté a Amar porque sí, lo hice porque él tenía la esperanza de que, al cerrar los ojos, Elián volvería y estarían juntos para siempre. Y deseo con todo mi corazón que así sea.

Fin.