capítulo veinte

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𝐀𝐃𝐀

Olía un aroma familiar, no me atormentaba, me daba paz, era mi familia. Abrí los ojos y vi un poco borroso, a medida que mi visión volvía vi una pata enorme, era el doble, casi triple de mi mano, el pelaje era rojizo y tenía reflejos dorados, la luz era escasa, pero aun notaba esos detalles, como cuando el animal se inclinó a mi rostro para que pudiese verlo. Un alivio se sintió en mi pecho, quería llorar de felicidad.

—Ja...cob —dije, mi garganta estaba seca y me sentía petrificada, no podía moverme. Él notó eso, se acercó a la palma de mi mano y la tocó con su fría nariz, por instantes parecía que lo oía en mi cabeza, como cuando me transformaba. Oía su «levántate» y sentía el sollozo venir a mí, lloré cuando le dije con mis pobres palabras: «No puedo». Él me veía y ahora parecía más grande que la última vez que lo vi, se ergio y me miró decidido, un ronroneo se oía en su pecho, estaba inhalando mucho aire, no sabía lo que hacía, pero me sentí tan pequeño, tuve miedo. Jacob rugió, era un rugido combinado con un aullido, me hacía estremecer y sentía todo mi cuerpo temblar cuando su aliento llegó a mi piel, quise gritar, pero no pude, mi garganta estaba muy seca como para emitir algún sonido. Me retorcí y todo mi cuerpo dolía, me puse boca abajo, quería correr, huir de este dolor, pero en vez de eso la sentí nuevamente, el lobo que hay en mi interior. Gruñí y mi cuerpo se transformó, quedé a cuatro patas y las heridas que sentí que me mataban lentamente ya no estaban, el calor volvió a mí, mi palpitar ahora estaba acelerado de buena manara y me sentí completa.

—Pero ¿Cómo? —le pregunté, su voz resonaba en mi cabeza y vi sus recuerdos como imágenes, Renesmee le mostró la visión de Alice, pude ver los futuros donde mis padres, mi familia, Jasper morían. Me hizo temblar eso.

—No es momento de afligirse, ellos están bien. Es momento del enfrentamiento —dijo, asentí y él corrió hasta cruzar las fronteras de los quileute, dudé, pero ya había dicho que lo seguiría, a mi alfa. Oí un aullido, nos revelaba la posición de los enemigos, Jacob fue a ese lado y cuando salimos del bosque vimos un gran campo, un área tan grande que me sorprendía que no hiciesen un pueblo ahí. Vi a la manada de Sam, todos estaban observando algo frente a ellos, cuando seguía a Jacob me di cuenta de qué es. Otra manda de lobos estaba frente a nosotros e identifiqué al líder, era el lobo gris; Amar.

Las ordenes eran claras, luchar. Me acomodé junto a Jacob esperando la orden para atacar, entonces vi a alguien a mi lado, vi a un lobo dorado, tenía ciertos pelos negros, pero eso no le quitaba su color dorado como el sol, cuando oí su mente lo reconocí, era Seth. «Mi verano» pensé, él asintió.

Amar había avanzado unos pasos, estaba al frente en su manada y de un aullido, ellos venían corriendo. Sam dio la orden, corrimos también. Era la primera batalla en la que participaba, y esperé que fuera la última, vi muchos lobos enemigos caer muertos, otros de la mana de Sam caían heridos, pero por las grandes habilidades de Jacob y Sam, eran salvados. Amar me vio en medio de ese campo de sangre, no dudo en venir por mí y yo no dudé en avanzar hacia él. Nos encontramos en el centro, él saltó y yo igual, chocamos en el aire y caímos fuertemente contra el suelo, nos levantamos y él intentaba morderme el cuello, por suerte pude moverme más ágilmente para evitar eso. Lo mordí en la pata trasera izquierda, le hice daño, porque sentí la sangre en mi hocico, pero él en ningún momento se quejó o gruño, simplemente actuaba como si no le importara perder todas sus extremidades, él quería llegar al final, matarme y aunque eso significara perder su vida, lo haría.

Hace años atrás veía la televisión, en un canal oí que un tipo "especialista" decía que los nombres tienen un significado, algo muy profundo que nos dice nuestra personalidad, nos dice la "maldición" que estos traen encima.

«Amar», ese nombre se lo darías a alguien que quisieras que amara mucho, que amara a alguien a tal punto, de que sería capaz de todo por esa persona. Como el lobo gris que me está enfrentando.

«Amada», se lo darías a alguien quien quieres que sea amada por todos, querida por sus habilidades o personalidad, se lo das a un "hijo amado". Fui amada por mis padres, soy amada por mis actuales padres, soy amada por mi familia y soy amada por mi otoño. Pero Amar ya no tiene a quien "amar", esa persona murió y los "causantes" de su muerte por más que mueran, no se lo traerán de vuelta. Por eso sufría cuando me iba a matar, por eso no me mató y por eso ahora esta cegado, porque como él dice, soy su viva imagen, soy él. Mi padre era físicamente igual a mí y su forma de actuar me lo confirma ¿cómo será matar a la persona que más amas en el mundo, otra vez?

Amar logra someterme bajo sus patas, me intento retorcer, pero decido mejor quedarme quieta, lo veo directamente a los ojos e intento que escuche mi voz en medio de su nublada mente.

—Amar, por más que me mates y a todos los que me aman, él no volverá —me observó, su semblante cambió y ahora parecía en shock. «¡No!» dijo en mi mente, entonces abrió sus recuerdos a mí y como si fuese él, los viví todos. Mi padre se llamaba Elián, y según el significado que él le explico a Amar, hace referencia al dios del sol, Helios. Amar se aferra a aquel recuerdo, porque Elián era eso para él, era su sol, su luz, su calidez y razón por la cual se levantaba cada mañana. Amar nunca amó a nadie como a él y cuando su anterior Alfa le ordenó matarlo, su corazón se destrozó, planeaba matar a mi madre, Lili y a mí, después de cumplida esa orden, acabaría con su pobre existencia. Pero los vampiros impidieron que acabara su misión, y como fue una orden de un alfa, tenía que cumplirse, pero Amar tomó el puesto de líder tiempo después y se dio cuenta que pudo resistir a las órdenes, que pudo no matar a su sol. Pero ya era tarde. Amar cuando me vio, pensó que Elián estaba vivo, pero cundo veía que también me parecía a mi madre, no pudo soportarlo, su propósito es acabar con ella, con la mujer que le quitó su sol.

Vi a mi alrededor, todos los que pertenecían a la manada de Amar habían caído muertos, pero no le importó, él se concentró en mí y me gruño, iba a atacarme, pero con todo lo que había visto no quería que muriera. No era justo. Sufrió demasiado y ni siquiera ha podido recuperarse.

—Espera, podemos evitar esto, ¡puedes ser feliz!

—No me hables de felicidad, porque la mía murió hace años —Amar se avanzó a mí, rodamos por el piso y él intentaba morder mi cuello, pero logré chocar mi hocico con el de él para que sus dientes no llegaran a esa área.

—¡Amar! —le pedí desesperada, pero él ya estaba cegado, quería morir. Vi a Sam y Jacob acercarse, por la espalda de Amar, iban a matarlo sin duda alguna, iba a permitir eso cuando oí sus palabras en mi mente, junto con un recuerdo.

«—Te amo, ¿lo sabes? —le preguntaba un joven Amar a Elián, quien estaba sangrando en sus brazos. Incluso muriendo, sonreía tiernamente a Amar.

Lo sé, y perdón por no corresponderte —le dijo Elián, sus ojos brillaban por sus lágrimas, y los ojos de Amar lo veían borroso. Rápidamente se limpió las lágrimas para no dejar de verlo.

Perdóname a mí, por esto que te hice —dijo Amar entre sollozos, Elián levantó su mano buena, temblaba, pero aun así tocó la mejilla de Amar y este sonrío, unos rayos del sol escapaban por las nubes y hacían resplandecer a Elián. Su sonrisa solo confirmaba dos cosas, que lo perdonaba y que era su sol. Pero la noche llegó, y la luz de Elián se desvaneció, dejando un cuerpo sin latidos, sin calor, sin luz. Amar lo abrazó y lloró». Pestañeé un par de veces para volver me abalancé sobre él y mordí su yugular, apreté fuertemente y me moví de un lado a otro, le arranqué el cuello y él dejó de respirar.

Jacob estaba lejos mirando si sobrevivió alguien, yo no dejé de ver a Amar en el suelo, mi hocico estaba cubierto de su sangre y solo resonaba en mí, sus últimas palabras «déjame morir viéndolo a él» 

𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐒𝐂𝐄𝐍𝐓 - TwilightWhere stories live. Discover now