capítulo cuatro

3.2K 276 3
                                    

𝐉𝐀𝐒𝐏𝐄𝐑

Un mes ha pasado desde que sentí su aroma, he vuelto cada semana y ahora cada día por medio, por supuesto no me acerco demasiado, siempre guardo distancia para no provocar otro "incidente". Recuerdo lo que sucedió con Bella cuando perdí el control, eso sigue resonando en mi subconsciente.

Hace unos días note que ella me observaba, era extraño ¿tanta curiosidad sentía por mí? ¿por qué no temerme? Rosalie debió advertirle de acercarse a mi desde que tuvo oportunidad, pero siento que eso no le sirve de nada.
Respiré profundamente y sentí su aroma, me estremecí unos instantes, pero guardé su aroma en mis pulmones, mi garganta me ardía, pero era más soportable, tenía más control de mí mismo.

—¿Jasper? —me quedé quieto, giré mi cabeza y vi a Alice a unos metros de distancia. Volvió.
Claro, ya pasaron dos años desde lo acontecido, desde la llegada del nuevo integrante de la familia. Por alguna razón, recuerdo bien como comenzó todo, Alice tuvo una visión, ella no podía creer lo que sucedía y dudaba bastante de aquello, no entendí lo que significaba su actitud, pensé que venía alguna amenaza o algo así, pero no. Alice no hablo conmigo hasta que Edward insistió, entonces me contó lo que vio. No podía creerle, ella me había visto y dijo que estaríamos juntos siempre, nos casamos y creí pasar el resto de mi existencia con ella, pero por lo que comentaba, me reveló que no sería así.

El nuevo integrante de la familia llegó, estuve en silencio esperando averiguar cómo era él, pero descubrí algo que me dejaba intranquilo, él conocía a Alice antes de la transformación, la conoció como humana y ahora como vampiro. Oí historias o anécdotas sobre las almas gemelas, no las creí, hasta ese momento.

Dejé ir a Alice, ella era libre de hacer lo que creyera correcto, ella era más feliz y se sentía unificada con su pasado ahora que Peter estaba a su lado. Siempre quise a Alice y aprecié su personalidad, por ello me quedé, por respeto a lo que tuvimos, y porque aún la quería.

—Alice —dije al verla, ella sonreía ampliamente. Una sonrisa tan cálida y llena de cariño, pero no amor.

—Es bueno verte —se acerca a mí, la observo—, lamento lo que te sucedió, lo del aroma de Ada, pero sé que podrás resistir, eres fuerte.

—Gracias —respondí, sonreí levemente y ella asintió, se fue dando algunos saltitos e ingresó a la casa, la vi besar a Peter e inconscientemente desvíe mi mirar. No podría odiarla, ella me enseñó esta vida, y le debo mucho. La quiero.

Pasaron otras semanas antes de que pudiese acercarme más a la casa, por supuesto cuando pude ingresar Rosalie tomaba a su "hija" en brazos, asegurándose de que no la atacara de sorpresa, pero se calmaba cuando Edward y Alice confirmaban que todo iba bien. La niña en cambio no entendía por qué me alejaban de ella y no le permitían acercarse a mí, normalmente cuando tus padres te alejan de alguien, huyes por instinto, pero ella insistía en volver a mí y tocarme o acercarse a olerme, lo sabía, y siempre que sucedía huía.

Era casi cómico.

Ada tenía crecimiento rápido, como Renesmee y cada vez que volví a la casa, ella crecía unos cinco centímetros más. El problema fue que a medida que crecía su aroma era más dulce y suave, me hacía estremecer y no podía permitirme dañarla, así que me tomé unas largas vacaciones y me fui con Peter y Charlotte.
Que extraño es hablar con Peter y recordar al nuevo miembro de la familia Cullen.

—¿Es complicado? —me preguntó Peter, negué con la cabeza cuando me levanté, él me acompañó a cazar en el bosque al sur de Port Hardy, Vancouver Island.

—No, una vez que te acostumbras, no es tan complicado —dije al ver si me había manchado la ropa de sangre, pero no tenía nada.

—Me refería a ver a Alice y su nueva pareja —mire a Peter, nunca le he mentido a mi buen amigo, y hoy tampoco sería la excepción.

—Un poco, al principio sentí que era abandonado y me destrozaban por dentro, pero después entendí que ella era más feliz con él. No podía permitir que mi egoísmo la dañara y mucho menos a mi familia —confesé, Peter esbozó una amplia sonrisa.

—Sí que los amas. Y por ello les agradezco, tienes una hermosa familia a la cual volver Jasper.

—No me fui por Alice. Me fui para mantener sometido al monstruo en mi interior —Peter frunció el ceño, sonreí leve.

—¿No habías dicho que ya controlabas tu sed?

—Sí, pero la sangre de ella es... diferente.

—Vale —dice Peter—, en unas semanas nos iremos a Masset, está cerca si nadamos —Peter me observa esperando una respuesta, pero la verdad no sé qué decir.

—Estaré listo.

—Es bueno oírlo. 

𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 𝐒𝐂𝐄𝐍𝐓 - TwilightWhere stories live. Discover now