Una luz brillante cegaba toda su vista en cuanto despertó y volvió a cerrar los ojos rápidamente. Volvió a abrirlos está vez para adaptarse a la luz que le regalaba el foco de una habitación.

Lo primero que notó fue verse a sí misma en una cama conectada a varios cables y una sonda intravenosa en un brazo izquierdo. Luego pasó la mirada por toda la habitación color azul, una ventana al lado de la puerta con cortinas blancas y una vitrina al fondo donde supuso que habían cosas almacenadas allí.

Quedó perpleja al mirar a Doyoung durmiendo en el sofá en una posición incómoda. Pronto su rostro se tornó algo afligido de solo pensar que había esperado por mucho tiempo.

"Mi hermano, teniendo que venir hasta acá por las estúpideces que hago" — pensó lamentandose.

Pronto lo notó despertarse estirando los brazos a los costados entre quejidos y muecas. Estaba despierto aunque un poco anonado, y entonces su vista pegó hacia Minjeong lo que hizo que se levantara de golpe y la abrazara, con cuidado.

— Minjeong, gracias a Dios estás bien. — no se apartó y ella le devolvió el abrazo con su mano libre rodeando su espalda.

— Todo es mi culpa.

— No, no digas eso. — se separó solo para ver que ella tenía las lágrimas acumuladas en sus ojos, pero no las dejó caer. — Tú no tienes la culpa de nada. — dijo y una sonrisa consoladora se formó en su rostro mientras tenía su dedo sobre su barbilla.

— ¿Pero cómo... cómo fue que llegué aquí?

— Haechan me llamó y en cuanto me dijo vine para acá a verte.

— ¿Cómo te contactó? — preguntó aturdida.

— Recibí la llamada desde tu celular, pensé que eras tú pero luego me dí cuenta de que era él porque me preguntó si yo era tu hermano.

— Aun así lo no entiendo.

— No te preocupes, debes descansar. — sonrió y dejó un beso sobre su frente.

— Y... ¿dondé está Haechan? — preguntó con cautela, mirando a Doyoung.

— Supongo que le fue a partir la cara al que te estaba persiguiendo. — Minjeong puso los ojos en blanco, una mala sensación se instaló en su estómago mientras su corazón lo sentía salirse.

— Todo es mi culpa. — volvió a repetir cerrando los ojos y acostando la cabeza en la almohada. Doyoung rodó los ojos mirandola con cautela — Nunca debí haber aceptado salir con Xiaojun.

— Ya olvida eso, ahora piensa que estás bien y todo va a estar bien. — Minjeong negó con terquedad mientras que su hermano le tomaba la mano para hacerle saber que estaba allí.

Pasaron algunos días y Minjeong fue dada de alta, aunque todavía quiso quedarse en casa a descansar para sentirse más recuperada. Durante esos días no consiguió contactarse con Haechan, le había dejado cientos de mensajes pero el no contestó a ninguno, ni siquiera había llamado y eso la hizo preocuparse más.

Regresó a la preparatoria y todo parecía ser normal, incluso con Ningning quien fue la primer persona en recibirla. Pero aun le preocupaba Haechan y no sabía que hacer si se lo encontraba en algun momento.

La campana sonó indicando la hora del descanso. Para entonces todos los alumnos empezaron a salir de sus aulas y comenzaron a irse al patio o a la cafetería.

Minjeong y Ningning estaban en el pasillo mientras Minjeong guardaba sus cosas en su casillero.

— ¿No vienes? — preguntó Ningning señalando el final del pasillo que daba inicio hacia la cafetería. Minjeong negó.

𝖫𝖾𝗍'𝗌 𝖯𝗅𝖺𝗒 ➸ 𝖧𝖺𝖾𝖼𝗁𝖺𝗇Where stories live. Discover now