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Haechan estaba al teléfono hablando con Yangyang.

— ¿Enserio quieres qué vaya?

Solo necesito que estés allí para cuando ella llegue.

— ¿Y qué se supone qué voy a hacer? ¿Darte consejos de amor o qué?

No.

— No se ni para que quieres que vaya, además sería muy extraño.

¿El qué?

— Que vaya con ustedes dos a una cita.

No es una cita, solo... solo vamos a ver una película y ya.

— Aja, y yo me chupo el dedo ¿No?

Haechan ¿Vas a ayudarme si o no?

— No.

Por favor — pidió en tono suplicante.

— ¿Qué te hace pensar qué yo se de eso?

Porque en el fondo se que lo sabes. Aparte vas a ser mi compañía para no ponerme nervioso ante ella.

— ¿Y no qué no era una cita entonces?

Ya, cállate.

— ¿Ves cómo si tengo razón?

Bueno ¿Y qué? Tú solo tienes que decirme que tengo que hacer a la hora que llegue.

— No lo se.

Anda di que sí, de paso te quedas a la película.

— No quiero ver una película romántica si eso es lo que van a ver. — hizo una cara de asco, aunque era claro que su amigo no podía verlo.

¡Qué no es una cita! Imbécil.

— ¿Quieres qué me quede con ustedes allá adentro?

No es para que me supervises si eso es lo que piensas. Pero si, solo necesito tu apoyo moral.

— Si, claro.

¿Vas a venir o no?

— ¿A cambio de qué?

¿De qué? Ya te dije que puedes quedarte a la película, si quieres te pago la entrada pero no me dejes allá solo.

— Mm no lo se, no es suficiente.

¿Qué quieres? — soltó resignado —¡Ah ya sé! Si la cita sale bien te haré todos los trabajos finales de química — propuso.

— Bueno, eso me bastaría, así que por mi está bien.

¡Si!

— Oye ¿No acabas de decir qué no era una cita? — sonrió con burla y un silencio se formó en la conversación.

Yangyang colgó el teléfono.

𝖫𝖾𝗍'𝗌 𝖯𝗅𝖺𝗒 ➸ 𝖧𝖺𝖾𝖼𝗁𝖺𝗇Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz