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— ¿Jaemin? — fue lo primero que salió de su boca al verlo parado justo en el medio del gimnasio.

Ella se acercó hacia él con el ceño fruncido, hasta que la loca idea de que esto podría tratarse de una mala broma pasó por su cabeza.

— ¿Qué estás haciendo aquí?

— Creo que es por lo mismo que viniste ¿no te parece? — respondió severo, pero por alguna razón Minjeong podía ver una clase de melancolía en sus ojos.

— ¿Tú eres quién escribió esto? — sacó el sobre del bolsillo de su chamarra para mostrárselo.

— ¿Tú qué crees?

— La verdad... no sé que decir. — confesó muy confundida mientras no le quitaba la mirada al chico.

— ¿Quieres la verdad? Bien, la verdad está en todo lo que te dije allí. — señaló mirando el sobre que sostenían sus manos. — Tú me gustas... o más bien lo hacías.

— Pero ¿por qué nunca me lo dijiste directamente?

— Porque tú eres muy necia. Crees que todo el mundo está en tu contra cuando no sabes la otra cara de las personas. — contestó expectante, y Minjeong sabía a que se refería.

— Yo... no lo sabía. No tenía idea de que tú... podrías gustar de alguien como yo.

— Se nota que es más facíl juzgar a las personas antes de conocerlas ¿no crees? — y tenía razón, Minjeong siempre creyó que Jaemin se burlaba de ella solo para fastidiarla, hasta que llegó Haechan. Pero ellos habían estado mucho más cerca antes de lo sucedido.

— Yo siempre creí que te burlabas de mí por caerte mal.

— No caes mal. Lo único que me cae mal de ti es que juzgas con facilidad. — Minjeong tragó duro por esa respuesta, pero era la verdad. Antes juzgaba a los demás porque tenía miedo de que la volvieran a lástimar, pero ahora veía que se había equivocado.

— Y... seguramente no querrás salir con alguien así, ¿verdad? — se encogió de hombros.

— No vine a pedirte que seas mi novia. — contestó, como balde de agua fría cayendo sobre alguien. Eso no le había molestado a la chica, pero no se esperaba para nada esa respuesta.

— ¿Ah, no?

— No vine a eso, solo quería que tú lo supieras y ya. Además, no tendría ningún sentido que salieras conmigo por lástima ya que a ti te gusta Haechan. — Minjeong puso los ojos en blanco, nuevamente sorprendida por la dureza y lo directas que eran sus repuestas, pero sobre todo por eso.

— Ah... yo... yo no saldría contigo por lástima. — negó varias veces, mostrándole toda la sinceridad necesaria.

— Está bien, pero al menos admite que te gusta Haechan.

— Eso no... eso no es... no es cierto.

— Claro, te conviene.

— Que no, no me gusta.

— ¿Crees qué soy un tonto? — Minjeong tragó duro.

— ¿Qué te hace creer qué él me gusta?

— Se te nota en la mirada, hasta suspiras cuando te lo mencionan.

— ¿Has estado de metiche? — frunció el ceño, cruzándose los brazos.

— Eso es algo verídico. — él también se cruzó de brazos. — pero yo sé que es verdad, porque si no lo fuera no hubieras venido. Tú pensaste que el que había escrito eso era él, así que ya no lo ocultes más.

𝖫𝖾𝗍'𝗌 𝖯𝗅𝖺𝗒 ➸ 𝖧𝖺𝖾𝖼𝗁𝖺𝗇Où les histoires vivent. Découvrez maintenant