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Minjeong caminaba hacia el patio encontrando a Haechan en la mesa donde siempre se sentaban.

— Ya llegué.

— Te dije que me llamaras cuando llegaras a tu casa — la medio regañó con un tono entre molesto y fingido. Ella sólo negó sentandóse a su lado.

— Cálmate, engreído.

— ¿Qué tanto tenías que hacer ayer? — preguntó, llevandóse el tenedor con espaguetis a la boca.

— Algo importante.

— ¿Así? ¿cómo qué?

— No te voy a decir.

— Minjeong. — formó un puchero para hacerla convencer, pero está vez no funcionó y ella le fulminó con la mirada.

— Actuas tierno sólo cuando quieres algo, ¿verdad?

— Si no me dices juro que te hago comer de mi almuerzo.

— Eso no es ningún problema.

— Pero con mi tenedor. — su sonrisa se desvaneció en el momento que volteó hacia él y viendo cómo una sonrisa llena de burla se formaba en sus labios. 

— No creo que te atrevas.

— ¿Ah, no? ¿quieres retarme, Kim?

— Deja de ser estúpido.

— Entonces dime lo que estabas haciendo ayer.

— Ya te dije que...

— A la de tres. — lo miró aterrorizada enrollar los espaguetis y apuntandólos a hacia su boca con una sonrisa maliciosa. Los nervios se le subían a medida que ella callaba y él se los acercaba provocandóla. Haechan empezó a contar lentamente y Minjeong sólo quería que alguien llegara y le interrumpiera su descarada escena.

— ¡Tres! — exclamó abrazandóla por encima de sus hombros y obligarla a que comiera del cubierto, mientras ella trataba de zafarse y lloriqueaba haciendo la cabeza de lado.

— Ya llegamos — todo se detuvo en cuanto Haechan oyó la voz de Yangyang cerca de ellos, en compañía de Jeno y Jaemin quienes observaban entre confundidos y burlones lo que estaba pasando. Minjeong puso una mano en su pecho en forma de alivio, por el contrario, Haechan seguía muy confundido.

— ¡Gracias! — exaltó de alivio y con su mano apartó a Haechan de su lado aunque este siguiera en shock.

— Supongo que llegamos en el momento justo — Jeno se burló en la cara de la chica, ella no hizo otra cosa que sonreír con falsedad y borrar esta de inmediato.

— Me has ensuciado la boca, me iré a lavar. — se levantó un poco quejosa y asqueada de su lugar.

— ¡Ni siquiera te he tocado! — contestó defendiendóse sin ver hacia ella. Yangyang y los chicos se sentaron frente a Haechan, quién no sabía que decir con exactitud. Ni siquiera podía verlos a la cara.

— No te hagas el tímido con nosotros — habló el chino, eso fue lo suficiente para que el moreno levantara la mirada. — ¿Minjeong no te ha dicho nada, cierto? — él negó y Yangyang se encongió de hombros— En fin, vamos a darte otra oportunidad.

— ¿De verdad? quiero decir... ¿de verdad? — preguntó sorprendido y los tres asintieron al mismo tiempo — Pero no entiendo, ¿cómo es que ustedes...

— Será más facíl si ella te lo dice. — dijo Yangyang— Somos amigos otra vez, es lo que importa ¿no? — El chico no dijo nada, sólo asintió frenéticamente.

En eso su cabeza hizo click.

— ¿Qué te pasa? — preguntó Jaemin al verlo tan repentinamente extraño. Haechan tenía el dedo apuntando hacia arriba para decir algo, pero volvió a bajarlo dejando a los tres chicos más confundidos y mirandóse entre ellos.

𝖫𝖾𝗍'𝗌 𝖯𝗅𝖺𝗒 ➸ 𝖧𝖺𝖾𝖼𝗁𝖺𝗇Where stories live. Discover now