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— Qué sorpresa encontrarte por aquí, Haechan.

— No podría decir lo mismo de ti, Xiaojun. — Haechan soltó con desdén mirandolo de arriba hacia abajo.

Xiaojun mantuvo su postura con una enorme sonrisa sobre su rostro, hasta ver a Minjeong, la cual estaba perpleja de verle.

— Hola. — saludó— Minjeong, ¿cierto? — ella asintió — es un gusto volver a verte — ella sonrió algo tímida mientras se ponía cabizbaja.

Haechan volteó hacia ella con el ceño fruncido, y Minjeong lo notó.

— No tenía idea de que estudiabas también aquí, que bien. Y que bueno que seas amiga de Haechan.

— Bueno yo...

— Soy su novio. — dijo Haechan con severidad. Xiaojun mostró desinterés, pero nuevamente una sonrisa volvió a aparecer sobre su rostro.

— Oh, no lo sabía.

— Pues deberías. — replicó con fastidio.

— ¿Qué traes en esa carpeta? — Minjeong se atrevió a preguntar para cambiar la conversación.

— Oh, bueno, resulta que hoy mismo me cambio.

— ¿Aquí? — Minjeong y Haechan contestaron y al mismo tiempo voltearon a verse.

— Sí. Bueno, me dio gusto verlos, hasta luego. — dijo dándose la vuelta para irse. Haechan rodó los ojos haciendo una mueca de disgusto. — Por cierto, me dio gusto verte, Minjeong. — ella sonrió un poco mientras el chico se daba la vuelta para desaparecer del pasillo.

En cuanto se fue Minjeong soltó un fuerte suspiro de ansiedad.

— ¿Qué fue todo eso? ¿y cómo lo conoces? — Haechan frunció el ceño, mostrándose desapacible.

— Choqué con él en la feria.

— ¿Y solo por eso lo saludas? — se cruzó de brazos, con incredulidad.

— Sí, ¿por? — Minjeong se encogió de hombros —¿qué tiene eso de malo?

— Minjeong, no quiero que te acerques a Xiaojun, ¿entendiste?

— ¿Por qué no?

— Porque no es buena influencia.

— Al menos dime porque tanto odio hacia él.

— No te lo quiero decir. — murmuró, evitándole la mirada.

— De todos modos lo harás, por algo dijiste que es tu enemigo ¿no?

— Yo nunca te dije eso... — se cruzó de brazos— no con exactitud.

— Pero lo hiciste.

— Bueno ya, deja de molestarme ¿quieres? — soltó enfadado y empezó a caminar dejándola sola.

— ¿Por qué te molestas tanto? ¡Haechan! — le gritó de nuevo mientras iba caminando detrás de él.

(...)

Mientras ellos estaban sentados en una de las mesas de afuera, Haechan vio venir desde lejos a Yangyang corriendo hacia ellos, y a Jeno caminando detrás de él.

El chino puso las manos sobre la mesa, agitado, mientras trataba de recuperar la respiración.

— ¿Qué hacen aquí? — preguntó luego de ver al chico tomando varias bocanadas de aire. — ¿otro tinte? — preguntó a Jeno al verlo con el cabello castaño oscuro y de lado. El solo se encogió los hombros como respuesta.

𝖫𝖾𝗍'𝗌 𝖯𝗅𝖺𝗒 ➸ 𝖧𝖺𝖾𝖼𝗁𝖺𝗇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora