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Minjeong era forzada por las manos de Xiaojun sobre sus muñecas, estas dolían tanto que deseaba salir de allí lo más pronto posible. Pero conforme se movía para liberarse inútilmente recibía risas burlonas de parte del chico.

— Pobre, eres tan débil e indefensa que ni tú misma puedes ayudarte.

— ¡Vete a la mierda! — espetó con ira, y Xiaojun movió la cabeza negando divertido.

Acercó su cara hacia su cuello y Minjeong ya sabía lo que le esperaba. De pronto se estremeció al sentir los labios fríos y húmedos de Xiaojun sobre su piel, su cuello estaba a pocos centímetros de su boca y eso le servió de mucho para morder de este y que el se apartara soltando un grito ahogado mientras Minjeong lo empujaba hacia atrás y tomaba su mochila para salir de allí rápidamente.

No se detuvo a pensar sobre si él la perseguiría, aun así mientras se alejaba escuchó llamarla varias veces y volteó para comprobar que él estaba corriendo hacia ella. Como fuera Minjeong empezó a correr sin importarle que sus piernas se entumieran tan pronto había comenzado, estaba escapando del chico y ella no se detendría a descansar hasta estar segura.

Su respiración comenzó a agitarse y el aire se le escapaba del pecho. Al querer cruzar la calle retrocedió enseguida cuando un auto se le atravesó en el camino, probablemente no lo veía venir pero afortunadamente no la había lastimado. Aun así siguió corriendo.

Sin tener noción de a donde ir ya que no conocía el lugar en donde estaba sacó su celular de la chaqueta y sin detenerse marcó el número de Haechan.

Este pitó, uno... dos... tres...

¿Minjeong? — Haechan contestó y enseguida sintió un alivio enorme de escucharlo. — Minjeong...

— ¡Haechan!

¿Qué pasa... estás corriendo? — notó el cambió de su voz a uno más alarmante.

— ¡Haechan, por favor ayúdame!

¿En dónde estás?

— En un barrio horrible — hizo un mohín, mirando hacia todos lados.

¿Y qué estás haciendo allí?

— Salí con Xiaojun, pero me equivoqué con él. Tú tenías razón en todo, perdóname. — se lamentó en cada palabra, mientras un silencio se hizo en la llamada, lo cual la aterró más.

Minjeong...

— Él está persiguiendome. ¡Haechan, por favor, ayúdame! — soltó con desespero mientras las lágrimas ya caían por sus mejillas. Para entonces la llamada se cortó antes de que pudiera volver a escuchar al chico hablar y guardó su celular sin pararse.

Corrió alrededor de 20 minutos en dirección aleatoria hasta que divisó unos edificios enormes. Ya estaba en el centro de la cuidad. Al ver todo se alivió bastante, pero aun así no se detuvo pensando que Xiaojun podía encontrarla en cualquier momento.

Minjeong yacía con las piernas cansadas y el corazón acelerando a todo lo que daba, cuando se percaptó del puente de la cuidad al otro lado de la banqueta cruzó este antes de que los autos lo hicieran por ella. Al llegar al otro lado se detuvo por un momento a respirar, con las manos apoyadas sobre las rodillas para recuperar el aliento, estaba cansada de tanto correr que ya no podía sentir los pies firmes sobre el suelo.

Hasta que una voz la alertó y ella sin ver hacia atrás comenzó a correr de nuevo, y en un mal paso tropezó, raspandose las palmas y las rodillas, ambas con la piel despellejada y lavadas en sangre.

Pronto la cabeza empezó a darle vueltas sintiendo un horrible mareo y lo único que recordó fue como todo se había vuelto oscuro.

(...)

𝖫𝖾𝗍'𝗌 𝖯𝗅𝖺𝗒 ➸ 𝖧𝖺𝖾𝖼𝗁𝖺𝗇Where stories live. Discover now