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Minjeong se bajaba del auto cerrando la puerta del copiloto y se despidió de Doyoung para luego irse caminando a la entrada de la escuela.

No estaba acostumbrada llegar muy temprano a clases, pero esta vez tuvo que hacer una excepción ya que su hermano tenía otra de sus importantes reuniones de la empresa, y esta vez debía llegar más temprano de lo que solía ser.

Minjeong caminó por los pasillos para llegar a su aula. Una vez que ingresó se dió cuenta que no había casi nadie allí, excepto por una que otra mochila que se encontraban en bancas distintas, aun así no le dió mucha importancia. Aunque tenía que admitir que se sentía muy bien llegar a clases sin que nadie posara su mirada sobre la de ella, ahora que estaba con Haechan.

Descolgó la mochila de sus hombros y la dejó en su asiento sin antes sacar algo de dinero de esta misma para ir a la cafetería.

Empezó a caminar rumbo a ella y antes de que pudiera pasar por el pasillo a mano derecha que daba a los casilleros
escuchó algunas voces, y decidió escoderse detrás de la pared.

— Miren que tenemos aquí. — en ese momento se escuchó la voz de Yuna. Minjeong asomó un poco la cabeza para ver como Ella, Ryujin y Lia tenían acorralada a los casilleros a otra chica. Minjeong no alcanzaba a verla con exactitud pero se quedó allí observando todo lo que pasaba. — ¿Estás perdida nena?

— A... ah... y-yo...

— ¿Qué? No te escuchamos — se burló Lia, pegando su mano a la oreja con el ceño fruncido. 

— ¡Que bonitos lentes tienes! ¿Puedo verlos? — Ryujin se los arrebató de la cara y alzó el brazo con ellos para que la chica no pudiera quitarsélos por más que lo intentara.

— Devuélmelos.

— Por favor, solo estamos jugando. — dijo Yuna con un tono ofendido y recibiendóle los lentes a su amiga. — Te ves más fea sin ellos. — una carcajada al unisonido salió de las tres chicas. — Me pregunto... ¿qué pasaría si algo malo les suceden? sería una lástima para ti no volver a ver más.

— Por favor... — pidió tiritando e intentado quitarsélos.

— ¿Qué haces, eh? — Ryujin le dió un fuerte empujón hacia los casilleros provocando que se golpeara la espalda y un quejido de dolor saliera de su boca. Ella solo se encogió en su lugar, mirando al suelo y resistiendo las ganas de querer llorar, cosa que no pudo evitar ya que sus sollozos se empezaron a escuchar.

— ¿Es enserio? ¿Te pondrás a llorar por unos lentes? Qué patética eres. — una vez más, Yuna se burló de ella y tiró de uno de sus mechones del cabello. — Si es así, te daré una razón para que llores de verdad.

Eso fue todo, Minjeong no soportó ver más.

Caminó hasta ellas y se puso en medio de Yuna y de la chica que acosaba. Yuna se le quedó mirando unos segundos confundida, hasta que reaccionó frunciendo el ceño, mirandóla de arriba para abajo.

— ¡Dejála en paz, Yuna!

— ¿Y tú qué haces aquí? No es de tú incumbencia.

— No, no lo es, pero si es un poco de empatía.

— Aw, que ternura.

— Cállate Ryujin. — pidió la más alta. — ¿No te bastó con quitarme a mi Haechan y ahora quieres hacerla de heroína defendiendo a esta perdedora?

— ¿Y a ti no te bastó una semana de suspención para que luego vengas a joder a quién no se lo merece? — ágilmente le arrebató los lentes de las manos y los escondió tras su espalda.

𝖫𝖾𝗍'𝗌 𝖯𝗅𝖺𝗒 ➸ 𝖧𝖺𝖾𝖼𝗁𝖺𝗇Where stories live. Discover now