Lo siento

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Al llegar a casa, el ambiente se sentía algo desolador, aun las palabras del doctor las podían oír en sus mentes y aunque Anya quisiera disipar el sentimiento de angustia de los dos Desmond fue algo imposible.

Iré a preparar café—suspiro y camino hacia la cocina

¿Por qué se desmayó? —Damián se sentó en la sala mientras miraba sus manos

Creo que fue mi culpa—Demetrius suspiro con cansancio—me regaño por un asunto y yo

No pudo terminar la oración porque la mano de su hermano menor estaba marcada en su mejilla izquierda

Damián—lo miro sorprendido por su reacción

No le des problemas a mi prometida—cerro los ojos—yo no

Lo siento—lo abrazo—lo siento, no pensé que eso la hiciera ponerse así

No quiero perderla—la abrazo con fuerza—no quiero perder al amor de mi vida

En la cocina, Anya intentaba no sollozar con fuerza, el discurso que estaban teniendo ambos hermanos le rompía el corazón, ella no quería ese poder y por culpa de eso ahora estaba haciendo sufrir a su novio.

Bebé—puso la mano en su pequeño vientre—te prometo que mami estará bien

El sentimiento desolador era demasiado evidente que cuando los gemelos Forger llegaron de la escuela en compañía del pequeño William se quedaron extrañados al notar como los adultos estaban perdidos en sus pensamientos.

¿Qué sucede? —Markus se acercó a Anya

Nada importante—intento mantenerse neutra—solo estamos pensando

¿En? —Liam sentía que su hermana mentía

Cosas torpes—acaricio su cabello—díganme ¿Cómo les fue?

Bien—comento el rubio—la otra semana son los exámenes

Entonces tienen que estudiar—Demetrius hablo—díganme que temas vienen

Sabíamos que nos ibas a ayudar—dijo esperanzado Liam—ven ayúdame con esto

¡Papi! —grito un pequeño niño de cabello café—William también quiere estudiar con ustedes

Te vas a aburrir—sonrió divertido Damián—mejor vamos a dibujar

Está bien—el pequeño fue por sus colores—tía Anya dibujemos

Está bien—la pelirosa fue con el niño a encontrarse con Damián mientras que su padre estudiaba con los gemelos

William empezó a hacer trazados, dibujar perritos amorfos, flores raras y estrellas, era una composición artística demasiado surrealista, hasta que Damián noto algo raro en ese papel y pregunto.

¿Quién es esa mujer? —señalo a una mujer de cabello café

Mami—sonrió divertido—o bueno así la soñé ayer

Oh—Anya comento—es muy linda

Gracias—siguió dibujando—quisiera que me abrazara, en mis sueños ella siempre me está leyendo cuentos y diciendo que cuide a mi papi

¿Qué más? —ambos hablaron interesados

Es muy amable, me dice que debo de ser muy inteligente como papi y que siempre debo de cuidar a mi familia—puso el lápiz en su mentón—pero no recuerdo mucho, solo sé que siento paz cuando me abraza, dime tía Anya—la observo—¿las mamis tienen el poder de viajar en diferentes planos astrales para ver a sus hijos?

Listo para empezar- Ready to startWhere stories live. Discover now