Cosas malas les pasan a personas buenas

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En el restaurante del hospital de Itsburg se encontraban Becky y Anya platicando en su hora de descanso, poco a poco las demás chicas que trabajaban en cocina fueron a hacerles compañía y uno que otro doctor se acercaba.

Anya los cupcakes que hiciste son buenísimos—comento una doctora de cabello rosa

Gracias—sonrió—la receta la estuve practicando con mi novio

¿Tienes novio? —un enfermero que pasaba por ahí entro a la conversación

Era obvio que alguien tan hermosa como tu tuvieras novio—una chica de la cafetería hablo—que afortunado el chico

Si—comento la misma doctora que halago su cupcakes

Becky solo sonreía divertida ante los comentarios de los trabajadores del lugar, era cierto con los años Anya se volvía más hermosa y amable, estaba muy feliz de que esa pequeña niña que conoció en su infancia se estuviera volviendo una mujer fuerte, segura y amable, algo que ese mundo horrendo necesitaba.

Becky, si gustas divórciate y prometo cuidar a tu bebé—otro chico llego

Lo siento—sonrió con arrogancia—amo a mi esposo

No tienes oportunidad con nadie, ríndete—se burló Anya

Para los trabajadores de ese lugar, el convivir con Anya y Becky les daba mucha frescura, ya que eran demasiado amables y el trato de ellas hacia ellos era demasiado amable, eran buenas chicas y estaban felices de que siguieran ayudándolos.

Deberían estar trabajando—una voz se hizo presente

Ah, disculpe doctor—la doctora pelirosa se levantó de su lugar—nos vemos luego

Doctora recuérdeme que le tengo que dar unos cupcakes para su hija Sara—sonrió emocionada—sé que a su esposo no le gustan los dulces y pues quería darle algo a su pequeña hija por ser buena persona con William en el jardín de niños

Eres una hermosa persona—sonrió emocionada—seguramente a mi pequeña Sara le encantaran, gracias por acordarte de mi familia—se despidió

Eres muy linda con la doctora Saku—comento Becky

Es que ella y su esposo han sido buenos con nosotros—asintió Anya y se levanto

Pero al hacer ese movimiento sintió que todo le dio vueltas y se detuvo de la mesa para mantener el equilibrio, cosa que fue notada por Becky quien la abrazo para evitar que se cayera.

¡Anya! —el hermano de Natalie se acercó—oye, ¿estás bien?

Ah—movió la cabeza—si no se preocupen—sonrió con algo de nerviosismo

¿Segura? —Becky estaba preocupada

Si—asintió—solo me dio un mareo

Necesitamos checarte, acompáñenme las dos a mi consultorio—el hombre empezó a caminar

Ambas chicas fueron al consultorio del doctor Robert, entonces este empezó a hacerle preguntas a Anya.

¿Te has mareado con mucha frecuencia? —la observo

Si—asintió—más en las mañanas, hasta he llegado a vomitar

¿Sueño? —alzo la ceja

Si—asintió—como si no hubiera descansado

¿Cuándo fue la última vez que tuviste relaciones con tu pareja? —anoto en su hoja de consulta

La pelirosa se sonrojo demasiado, no le gustaba ventilar su vida personal con gente ajena y Becky giro la cabeza para verla con sorpresa.

Listo para empezar- Ready to startWhere stories live. Discover now