Nuestro viaje (Cara Delevingne y tú)

Cinco palabras.

No te molestes en volver.

No pudiste gesticular palabra alguna, por fin le habías dicho a tu mamá la persona que de verdad eras y te contesta como si fueses cualquier persona. No volteaste a ver a Cara, simplemente apagaste la pantalla del teléfono y abrazaste tus rodillas, no querías que te viera llorar, pero no podías soportar la idea de que tal vez no ibas a volver a abrazar a tu hermana, estabas destrozada por dentro, tus ojos quemaban por lágrimas que no dejabas salir, el nudo en tu garganta no se deshacía a pesar de las caricias que tu novia daba suavemente en tu espalda.

Después de un par de minutos pudiste hablar sin que fueses a romper en llanto como una bebe.

-No la volveré a ver, Cara.

-Claro que sí, no te puede prohibir verla.

-Ya lo hizo.

-Yo te voy a ayudar a volver a verla... y quitársela a tu madre si es necesario.

-¿De verdad?

-Haría todo por ti y por verte feliz, amor.

-Gracias.

Minutos después te habías tranquilizado un poco más, y estabas disfrutando del paisaje que la hermosa ciudad de Venecia ofrecía y te diste cuenta que Cara aún iba completamente tapada para que no la reconocieran.

-Ya te puedes quitar todos esos gorros.

Solamente se quitó la capucha que llevaba su chamarra y se acercó a tu oído para susurrarte.

-Si no quieres ser centro de atención en las redes sociales, será mejor que me quede así.

-Quiero que me vean contigo, quiero que sepan que eres mía y de nadie más, así que quítate esa gorra y esos lentes.

Tu tono autoritario pero a la vez tierno la hizo reír entre dientes, le quitaste la gorra y te la pusiste con la visera hacia atrás para luego tomar sus lentes y colgarlos en su playera.

-Eres tan tierna.

-Eso no es cierto.

-Claro que es cierto... si te pudieses ver desde mis ojos me entenderías.

 -Si me pudiese ver desde tus ojos vería a una fiera en la cama.

-En realidad lo hicimos en la alfombra.

-Sigo siendo una fiera.

-Claro que si bebe, lo que tú digas.

Hiciste un puchero y ella comenzó a dejar cortos besos en este.

-Admítelo... gritaste más fuerte que yo.

-Tal vez...

-Di la verdad.

-Fue muy bueno como para ser tu primera vez.

-Soy una campeona... y una fiera haciendo el amor.

Soltó un par de carcajadas y entrelazó sus dedos.

-Eres mi pasiva favorita.

Levantaste una ceja y te hiciste la ofendida ante su comentario así que volteaste a mirar a otro lado para demostrárselo.

-No te volveré a hablar hasta que lo aceptes.

-Para hacer el amor no se necesitan diálogos.

-Tampoco haremos el amor en una semana.

-Ouch, ese es un golpe bajo... aunque te debería de doler más a ti, tú eres la pasiva que recibe el máximo placer duran...