Nuestro viaje (Cara Delevingne y tú)

Disney

'Apasionada' era la palabra perfecta que describía la escena, sería genial que tuvieses tu primera vez en ese momento, sería tan memorable: 'Tuve mi primera vez con Cara Delevingne en un yate que recorría París de noche por el río Sena' sonaría bastante bien, pero no eras tan fácil, llevaban 5 minutos de ser pareja y no te le entregarías así como así, entonces decidiste que una vez más serías tú quién terminaría con el momento.

-Basta, nos pueden ver.

-¿Quiénes?

-¿Pensabas servir la cena tú?

-Cierto...

-Anda, vamos a cenar, muero de hambre.

Tomó tu mano y te ayudo a pararte del sillón para luego entrelazar tus dedos y caminar así hasta la mesa. Apenas se sentaron en la mesa salió un mesero por una puerta corrediza, sabías que había visto toda la escena y te avergonzaste demasiado haciendo que los colores se te subieran al rostro, el mesero dejo un vaso de agua para cada una y así mismo una copa de champagne para luego desaparecer por las mismas puertas por las que llegó.

-¿Por qué el color en tu cara?

Sonaba algo seria, te preocupaba eso, ella... ¿estaba celosa?

-Vio todo lo que paso ¿sabes?, estoy avergonzada.

-Solo nos dimos unos cuantos besos.

-Lo se...

Entonces el mesero volvió a interrumpir saliendo hacia ustedes con platos de comida. Te había sorprendido el comportamiento de Cara ¡Dios! ¡Era solo un mesero!, entonces descubriste un rasgo más de ella, era celosa, MUY celosa, debías de tener cuidado si esta relación iba en serio aunque, se supone que te debe de tener confianza. Estuvieron bien toda la cena, no le tomaron más importancia al incidente del mesero y hablaron normalmente, bromeando y teniendo la confianza de siempre. La cena era deliciosa parecía que la había preparado el mejor chef de Francia, el ambiente era de lo más romántico y tenerla a ella cerca hacían que tú corazón quisiera salirse de su lugar. Terminaron la deliciosa cena y fueron al sillón que momentos antes había sido testigo de una apasionada escena, ella se sentó y tú te recostaste sobre sus piernas, hablaban de todo, se estaban tomando más confianza cada vez, pues conocían muchos detalles de sus vidas, era esa el tipo de relación que querías tener siempre. Entre las caricias iniciales, la cena y pláticas había pasado aproximadamente una hora y media, comenzabas a sentirte cansada y a bostezar sin que lo quisieras.

-¿Podemos salir a tomar un poco de aire?, me estoy quedando dormida.

-Por mí no hay problema, pero...no me han visto aquí en París...podríamos disfrutar un poco más de eso mañana en Disney.

-Buena idea...aunque me dormiré.

-Aguanta un poco más

-No creo poder, adiós...

Comenzaron a bromear y te hiciste la dormida, entonces escuchaste como tronó lo dedos para luego sentir como empezaba a hacerte cosquillas y comenzaste revolcarte por el sillón riendo, no podías ni hablar por lo que ella tuvo compasión de ti y te dejó.

-Eres mala Cara, muy mala.

-Lo siento, me gusta escuchar tu risa.

Ella era tan dulce, sabía que con un simple comentario así te hacía enrojecer como un tomate y estabas dispuesta a ir con ella hasta a la guerra. Siguieron hablando por unos cuantos minutos más cuando el yate se detuvo por completo, entonces habían llegado a otro muelle, el carro de Cara estaba estacionado ahí, seguramente era obra de su gente. Sin darte cuenta quedaste dormida en su carro mientras iban de regreso al hotel, hotel que por cierto quedaba muy cerca de la tienda de Louis Vuitton, solo recordabas como ella con tu brazo alrededor de su cuello, te ayudó a caminar adormilada hasta tu habitación, te recostó lo más suavemente que pudo, te quito tu pequeña bolsa que llevabas a todos lados y la puso al lado, te sacó los tenis que llevabas para luego meterte bajo las sabanas y plantar un húmedo beso en tus labios.