Los ninfos (CanArg)

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Debía prestar mucha atención a cada detalle posible incluso con el poco tiempo que tenía al correr por el lugar, puesto que no podía detenerse o sería atrapado.

Había un pasillo largo blanco dividido en varios pasillitos y algunos carteles que no podía molestarse en leer, pero reconoció en una de las puertas el pasillo que llevaba a la habitación con sus jaulas.
Se vio interesado especialmente en un pasillo que se ocultaba en la esquina del lugar, cuyas paredes iban transicionando de blanco a negro mientras más avanzaba. Allí vio un pequeño cuarto más casual que el resto donde varios hombres charlaban tranquilos o comían descansando... se le puso la piel de gallina al descubrir que uno de ellos se giró a mirarlo alarmado.

- ¡EY! - Gritó el hombre, rápidamente tomando su mano y corriendo hacia él

El pánico alimentó la fuerza de sus piernas cuando Argentina salió disparado hacia delante una vez más, esta vez ignorando por completo su alrededor para huír de aquella persona, el institnto le pedía trepar a algún árbol o ocultarse para salvarse, pero allí no habían ni lugares para trepar ni cuevas para esconderse... solo esos monótonos pasillos rectangulares laberínticos, uniendose como núdos entre sí, con de vez en cuando alguna luz distintiva o leve decoración, pero mayormente desesperantemente regular hacia donde sea que fuera.

Y de pronto se encontró con dos puertas abiertas mientras un hombre posaba alguna especie de tarjeta en un sensor a su lado, el hombre pasó y Argentina vio aquellas puertas metálicas lentamente cerrarse. Trató de correr con todas sus fuerzas, pero al momento que llegó se encontró dándose de cara contra las puertas, ahora ese era un pasillo cerrado.

Estuvo a punto de darse la vuelta, pero la sensación metálica de un arma contra su cuello lo detuvo, él tragó saliva, nervioso.

- Leave him to me - Escuchó la voz grave de UK y el arma desapareció de su piel

Cuando se dio media vuelta y por fin vio al europeo y a su hombre con expresiones serias supo que no le vendría algo bueno, y esa sensación empeoró cuando UK lo agarró de su desordenado cabello y empezó a llevarlo a tirones hacia otro lado.

Pero al menos algo había ganado, ahora tenía una idea de dónde podría estar la salida.
Por más cruel y despiadado que pudiera ser el castigo a modo de precio por esa información...

...

Reino Unido lo tiró sin cuidado dentro de una habitación, dejándolo chocarse y rasparse contra el frío suelo, anteriormente le había quitado la ropa, probablemente para empeorar su reacción ante el plan que tenía.

Miró alrededor, extrañado por el nuevo lugar que nunca antes había notado, era una habitación cuadrada mediana y completamente vacía, su única diferencia siendo sus paredes coral marmoladas y su techo metálico agujereado.
Le dio mala espína.

- No conoces este lugar... - Dijo UK tranquilo mientras se acomodaba la corbata

Argentina no supo si el mayor estaba buscando una respuesta, pero de cualquier manera se quedó mudo.

- ... La mandé a construir cuando descubrí que había un ninfo de agua... es un simulador de lluvia - Le explicó en tono desinteresado, aunque el argentino se alarmó con sus palabras - La idea original era que, si podías controlar el agua, que detuvieras las gotas mientras caían - Sonrió cínico, finalmente mirándolo con esos ojos llenos de malicia - Pero me parece que ahora me imagino un mejor uso... -

El bicolor se paró al instante y casi saltó hacia la puerta en un intento paniqueado de escape, pero el británico se la cerró en la cara.
Acto seguido sonó una alarma en el aire y el ruido de agua cercana lo hizo mirar alrededor con desespero, pero fue muy tarde... no había salida y las gotas ya empezaban a caer por el techo abierto.