𝟎 𝟐 𝟐

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ㅤLa figura nerviosa de Steven estaba sentada en una de las mesas exteriores del restaurante abrigado con el cálido abrigo oscuro, sujetando un pequeño ramo de rosas que estuvo dudando en llevar y que ambos reflejos le animaron a hacerlo, incluso Jake (algo que sorprendió tanto a Marc como a Steven). Aquella situación le recordó a la última cita que intentó tener y tan mal le fue que acabó teniendo dolor de estómago por todos los chocolates que se comió al llegar a casa a hundirse en su miseria.

“Steven. Evie no va a faltar.”   Lo animó el reflejo de la cristalera iluminada que mostraba el interior del lugar.

ㅤNo se había decidido si quedarse fuera o dentro, así que esperó allí a su invitada especial para que decidiese por él, pues quería que estuviese lo más cómoda posible.

“Ya... Ya.”   Asentía mientras divagaba, sabía que Evie no se parecía ni de lejos a las pocas mujeres que había conocido, pero no podía evitar sentirse inseguro.

“Mírala. Ahí viene.”

La voz de Marc hizo que el británico alzase la mirada del ramo que sostenía, encontrando a la morena acercarse hacia dónde él estaba. Tuvo que cerrar la boca con un carraspeo de uno de los reflejos, ni siquiera supo quién fue, pues se había quedado embobado viendo a la mujer acercarse a él con el hermoso vestido rojo meciéndose con el viento de aquella noche londinense.

“Hola, Stevie.”

La sonrisa que le mostró casi le hace caer de la silla al levantarse como un muelle en tensión, sonriendo en un gesto nervioso. Le tendió el pequeño ramo que ella agarró con sorpresa. No esperó ni mucho menos un detalle tan dulce que logró hacer sus mejillas sonrojar.

“Gracias. No tenías que haberte molestado.”

“Estás... Estás hermosa.”

Evie bajó la mirada con una sonrisa avergonzada. Eran dos adultos tímidos con múltiples cosas en común que nunca antes se habían visto, cosa que seguía sorprendiendo a Marc.

“G-Gracias... Tú también estás muy guapo.”

Fue entonces el turno del británico de sonrojarse, llevándose una mano a la nuca con una tímida sonrisa.

“¿Te gustaría cenar aquí... O prefieres ir dentro?”

ㅤ“Dentro estaríamos más cómodos, ¿no crees?”

ㅤ“Sí. Estoy de acuerdo.”

Tras un gesto caballeroso con la mano dejó que ella fuera primero, entrando ambos al cálido interior del restaurante, dónde un camarero tuvo la amabilidad de llevarles a una mesa para dos en un espacio tranquilo y acercó un pequeño vaso con agua para que pudiera dejar las flores.
ㅤAl pobre Steven le sudaban las manos mientras se quitaba el abrigo, se sentía poco merecedor de la presencia femenina, comparable al de una reina, viéndola tan radiante y hermosa haciendo algo tan banal como quitarse el abrigo y colgarlo en lo alto de su silla por encima de su bolso.

“Debo reconocer que me tomó por sorpresa tu invitación... Hace mucho que no ceno con nadie.”

ㅤLas cejas del moreno se alzaron con sorpresa, ¿cómo podía ser posible? Para él, ella debía tener una amplia lista de pretendientes que esperaban impacientes a tener una oportunidad con alguien tan impresionante como lo era Evie. Le resultaba imposible imaginarla en una situación habitual suya, cenando de una caja de comida china para llevar en la soledad de su casa.

“U-Uh bueno... Lo cierto es que ni sabía si ibas a aceptar.”

ㅤ“¿Cómo no iba a hacerlo? Eres encantador.”

𝐀𝐇𝐌𝐀𝐍𝐄𝐓 |  𝘔𝘢𝘳𝘤 𝘚𝘱𝘦𝘤𝘵𝘰𝘳Where stories live. Discover now