Nuestro querido escritor esta perdidamente enamorado del mejor detective del mundo, pero no sabe cómo conquistarlo...Pues no importa ¡Él dará su mejor esfuerzo y no se rendirá tan fácil, no sin antes dar la lucha! Porque todo es más difícil cuando t...
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-No es para nada un secreto que a Rampo le encantaba todo lo que era los dulces, le encantaban tanto que tenía una caja fuerte con dulces y snacks en la agencia, que incluso los miembros tenían que utilizar los dulces para convencerlo o para sobornarlo de ayudarles en algo o algún caso, aparte de los snacks y dulces no se le ha visto comer algo más que eso... ¿Cómo sobrevive? Nadie lo sabe, pero bueno ¡Eso es tema de otro día!
-Se encontraba muestro lindo dúo decidiendo que comprarle al lindo detective para la visita de hoy, ya que era lunes, y no lo había visto por 2 días:
-Mmm ¡Ya sé Karl! le regalaré dulces, tal vez sea algo sencillo para otros, pero para Rampo-kun ¡Será algo especial y muy apreciado! Después de todo, a él le encantan mucho.
- ¡Que aburrimientoooo! -Hablo Rampo con una voz infantil, pues los casos que había no eran para nada importantes, la ciudad parecía estar un poco tranquila: y hay que aprovechar cuando está así ¿no?
-Rampo, para tratar de aliviar su aburrimiento, haría lo que siempre hace: comer dulces, sencillo pero efectivo.
-Fue a buscar dulces en su escritorio: nada... (Calma Rampo, de seguro hay en tu caja fuerte) pensó el detective, fue a su caja fuerte y ¡oh sorpresa! tampoco había...y en ese momento Rampo sintió el verdadero terror.
-Por fuera se le veía calmado, todo tranquilo, pero por dentro...estaba que se moría entre una mezcla de sorpresa, coraje, tristeza, frustración y aburrimiento: todo al mismo tiempo.
- (Genial y ahora qué) Pensó, quería ir a comprar, pero:
1.-Nadie lo podía acompañar ya que como no había mucho trabajo estaban relajándose un poco.
2.-Si iba solo se iba a perder, en el fondo lo sabe.
3.-No quería molestarlos ya que se les veía un poco relajados, y no los veía así desde hace un largo tiempo.
Por lo que sin más se sentó en su escritorio rendido, hasta que de repente:
-Buenas tardes a todos, buenas tardes Rampo-kun.
- ¡Poe-kun! Sin más el menor se abalanzó contra el más alto, dándole un cálido abrazo, y no, no fue por el aburrimiento o porque necesitaba dulces, no, simplemente no lo pensó y actuó impulsivamente...dejándose llevar por lo que sentía y la emoción de verlo. Pero sin ser consciente de que le provoco un lindo y casi notorio sonrojo al mayor.
-Qué bueno que viniste Poe-kun, dime ¿Cómo estás?
-Muy bien Rampo-kun (mentira, le hizo falta la presencia de Rampo) ¿Y tú?
-Igual (mentira, le hizo falta la presencia de Poe)
-Eto Rampo-kun, te traje algo. Son dulces, espero te gusten.
- ¡POE-KUN DE VERDAD MUCHAS GRACIAS, NO SABÍA QUE TU TAMBIÉN ERAS UN GRAN DETECTIVE! -Gritó emocionado el menor.
-De nada Rampo-kun, pero ¿A qué te refieres con detective?
-Lo que pasa es que ya no tenía dulces, no podía ir a comprar porque...probablemente me perdería y no quería molestar a nadie ¡Pero de repente apareciste y me trajiste dulces, de verdad muchas gracias, Poe-kun!
-No hay de que, cierto dijiste que te faltaban dulces y que no querías molestar a nadie... ¿Q-Que tal si salimos a comprar los 2? ¿T-te parece bien? -Pregunto nervioso el mayor por la posible respuesta del menor.
- ¡Me parece perfecto Poe-kun! ¡Vamos! -Dijo entre risas el menor, Karl saltó a su sombrero, tomó a Poe de la mano y salieron los 2 juntos corriendo de la oficina.
-E-espera Rampo-kun. -Dijo entre más risas el mayor, de veras el menor era tan hermoso, y de veras estaba enamorado del menor, no simplemente por su belleza; era algo más profundo, su sonrisa, su forma de ser, sus defectos, sus virtudes y demás, él lo volvía loco: loco de amor.
-La agencia observaba toda la escena de lejos sin decir ni una sola palabra, hasta que la futura parejita se fue.
-Rampo... (Crecen muy rápido) pensó Fukuzawa.
-Son tan cariñosos, ¡así actúa la gente de la ciudad cuando encuentra a su personita especial! -Dijo Kenji.
-Se quieren mucho. -Dijo Kyouka.
-Awwww el amooorrrr, no crees Jun'ichirō. -Dijo Naomi a su "hermano" mientras lo abrazaba.
-Si eso creo Naomi.
-Son el uno para el otro, quién lo diría: un escritor y un detective, romántico ¿Qué opinas Atsushi-kun? Dijo la doctora.
-La verdad se ven muy lindos juntos ¿Y usted Dazai-san?
-Son tan tiernos, tan melosos, así se vería Kunikida-kun si encontrará a su mujer ideal. -Dijo en un torno burlón (Y yo si hubiera podido salvar a Odasaku) pensó el castaño.
- ¡Cállate Dazai y deja de holgazanear! -Gritó el rubio.
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