_Sam a decidido no atacar..._ le informé a mi esposa y a toda mi familia... sabía que me escuchaban, ella abrió los ojos sorprendida y una de las manos que sostenían el vaso se soltó para acariciar el abultado vientre, una sonrisa de satisfacción asomó por sus labios y yo no hice más que mirarla embelesado... aún protegiendo y amando a esa cosa en su estomago, matándola y dejándola sin vida... ella se veía tan feliz.

_Ya ves mi niño, se dieron cuenta que eres alguien especial_ susurró mirando con ternura su barriga, ella definitivamente era la Bella de la que me había enamorado... aquella Bella que podía dar su vida por los demás, que podía ser capaz hasta de morir por una cusa justa, que podía amar hasta el extremo sin siquiera conocer al objeto de su amor, aquella que... aún hasta en la más horribles de las situaciones podía encontrar una razón para ponerse feliz y tener esperanza. Sin duda era ella mi pedestal, la que me sostenía y la que me llevaba hacia un puerto seguro, mi roca de toque que me mantenía aferrado al suelo... mi esposa.

Rosalie estiró la mano para tocar la frente de mi esposa, se miraron y parecieron entenderse entre ellas. Una serie de pensamientos me llegaron desde la sala de la casa... al parecer estaban reunidos allí Emmett y Jassper, Carlisle había comprendido mis palabras anteriores y había decidido levantar la cortina de acero que la casa tenía como protección... Esme y Alice estaban reunidas en algún lugar de la casa mirando unos catálogos de telas o algo así, pero escuchaban atentas mi trasmisión de lo que sucedía en el bosque...

_Los perros se dieron cuenta que no iban a poder contra nosotros... estupidos_ murmuraba Emmett mirando un juego de futbol americano en la tv, _que lastima, tenía ganas de quebrarle el pescuezo a unos cuantos_ rió mientras Jassper movía la cabeza reprobatoriamente.

_Si tú estas frustrado ¿qué queda para mí?..._ murmuró Jassper _tenía unos muy buenos planes..._ se lamentó. Sonreí al entender la frustración de mis hermanos, estaban mejor preparados que yo para luchar y la posibilidad de entrar en acción una vez más, los había entusiasmado de sobremanera. Bella me observaba detenidamente,

_¿y ahora qué es tan gracioso?_ dijo sonriente, parecía feliz de verme cada vez con mejor humor... hasta yo estaba sorprendido de mí mismo, parecía que mi estado de animo cambiaba conforme mejoraba o empeoraba la salud de mi Bella.

_Mis hermanos son graciosos_ le dije acariciando su mejilla _¿te sientes mejor?_ ella me miró amorosamente y su mano presionó la mía haciendo mayor contacto en su rostro, una calidez incomoda me inundó... cerró los ojos por un momento disfrutando del contacto frío de mi piel y comprendí que aún se encontraba febril.

_Ahora que pasó el peligro... ¿me puedes llevar a la sala con los demás?_ preguntó entusiasmada _siento que me he perdido muchas cosas en las ultimas horas, quiero ver a los demás_ su mirada cabizbaja me decía que la compañía de la familia entera era lo que ella realmente necesitaba.

_Carlisle..._ llamé suavemente, mi padre estaba en el ventanal de la casa mirando hacia la espesura del bosque, estaba meditabundo... en cuanto me oyó cruzó la sala rápidamente y estuvo a mi lado,

"Llévala... la desconectaré a estos aparatos, pero al menor indicio de debilidad o decaimiento la devolverás aquí", asentí obedientemente y ayudé a mi padre, bajo la mirada calculadora de Rosalie, a apartar los molestos cables y goteos de mi esposa. Bella cerró fuertemente los ojos mientras sentía cómo le sacaban las agujas de la piel... solo uno quedó sujeto a su brazo, el goteo que le permitía darle algunos nutrientes a su débil cuerpo y también, por precaución, dejamos puesto el monitor que vigilaba su actividad cardiaca. Aunque no había monitor tan preciso como yo mismo, que conocía tan bien su corazón...

Amanecer (por Edward Cullen)Where stories live. Discover now