CAPÍTULO SESENTA Y SIETE

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Alex Morgan



Reprocho las niñerías de Christopher y Rachel cuando estoy resultando igual que ellos.


Rachel regresara a Londres en dos días, Christopher no sabe que lo ara como parte de la alta guarda ya que quiere ascender antes de convertirse en primera dama.


Veo las calles iluminadas de colores vibrantes mientras me acerco a la discoteca donde marca la ubicación de Laila.


Son cerca de las tres de la madrugada y cuando recibí la llamada de Laila claramente ebria hace quince minutos no dude en venir por ella, esto me genera un dajavu sin embargo esta vez es distinto.


Esta vez escucharla se que es un privilegio, se que el que Laila me llame un momento vulnerable después de tanto tiempo es un jodido privilegio.


Suspiro mientras bajo de la camioneta cuando estacionan y entro buscando a la castaña despampanante que me jode el pensamiento todas las noches desde hace meses.


La encuentro en uno de los sillones recargada con un trago a lado, Franco esta con ella y con Parker que no la suelta, me mira y asiento silenciosamente dejando que se retire con ella mientras me acerco a Laila y quito el cabello de su rostro.


—¿viniste por mi?—la miro y sonrió asintiendo mientras la ayudo a levantarse mientras se aferra a su bolso y camina tambaleándose conmigo— yo puedo


—Claro que si preciosa


—No me llames así... ya no soy tu preciosa—murmura mientras camina y se aferrada mi cuando salimos y el aire frio la golpea, la rodeo y avanzo con ella a la camioneta para subir.—Creí que no vendrías ¿sabes? Honestamente creí que ya te habías rendido


Suspira mientras el aire acondicionado se enciende y aprovecho este momento para dejar a Laila en mi regazo acariciando su cabello dejando que su aroma mezclado con el del alcohol me llenen.


—Te lo dije, no voy a rendirme contigo—me mira y pincha mi mejilla con su dedo, levanto la ceja mirándola y ella sonríe recostando su cabeza en mi pecho.


—No te rindas... no quiero que te rindas conmigo Alex, pero no quiero que solo me atrapes para lastimarme otra vez—susurra y guardo silencio mientras acaricio su cabello y lo beso.


La lastime, ella demostró seguir, estar bien y por un momento le creí pero no lo hago mas, la herí, la lastime y a pesar de todo me sentí culpable por hacerle esto a ella y aun así estoy aquí de nuevo siendo un maldito egoísta, porque la quiero conmigo y con nadie más. 





[...]





Después de llegar al High Garden con Laila dormida o inconsciente subo con ella a mi habitación dejándola recostada en mi cama, debato si quitarle la ropa con hedor a alcohol o no, termino por quitarle los tacones y el vestido para ponerle una de mis camisas antes de cubrirla con la manta.


Acaricio su mejilla antes de dejarla en la cama para ponerme un chándal para dormir y salir de la habitación directo a mi oficina para adelantar algunas cosas del regreso de Rachel.


después de dos horas quizás regreso a la habitación pensando en meterme a su lado o ser un caballero y dormir en el sofá.


A la mierda con eso, no se si después de hoy Laila regrese a su costumbre de mandarme a la mierda como hasta ahora.


Me meto a lado de ella y no hay necesidad de acercar su cuerpo al mío porque ella misma se acerca rodeando me.


Bostezo antes de abrir los ojos cuando siento las pequeñas mano de Laila sobre mi pecho mientras su cabeza descansa en el mismo, rodeo sus hombros y suspiro antes de mirarla y sonreír.


Con cuidado de no despertarla salgo de la cama y voy directo al baño después de ordenar que trajeran un tylenol y que comiencen a preparar el desayuno para Laila y para mi.


Salgo, me visto para estar en casa y después bajo por el tylenol y subir con el y un vaso de agua.


Abro la puerta y cierro detrás de mi.


—Dime que traes un vaso de jugo, pastillas y vienes a decirme que no hice el ridículo anoche...—murmura con la voz ronca y aparentemente con la boca seca antes de sacar la cabeza de las sábanas.


No respondo mientras camino hasta dejar en el buró del lado izquierdo y dejar el vaso y el par de pastillas.


Esta despeinada, con el maquillaje corrido y claramente una resaca de mierda y aun asi puedo asegurar que es una mujer hermosa.


—No es jugo, es agua y no hiciste el ridículo pero en definitiva dijiste muchas cosas preciosa—hablo mientras rodeo la cama y sentarme en el sillón a lado de mi meda de noche.


Se levanta apoyándose sobre sus codos abriendo los ojos de sobre manera mientras mira y examina su entorno como un ciervo desorientado.


—Mierda—Murmura antes de tirarse de espaldas en la cama y volver a cubrirse con las sabanas sobre la cabeza.


Una sonrisa tira de mis labios dejándola a medias y me recargo mirando la escena mientas escucho los pequeños susurros de "esto no puede ser" una y otra vez.



//

Una disculpita por lo corto. 


Bye.

Besitos



MINISTRO MORGAN [FANFIC PP ALEX MORGAN Y LAILA LINCORP]Where stories live. Discover now