MINISTRO MORGAN [FANFIC PP ALEX MORGAN Y LAILA LINCORP]

CAPITULO UNO

Laila Lincorp

FEMF acrónimo de Fuerza Especial Militar del FBI, el mayor sistema judicial del mundo, el mayor y más secreto ejército que entre las sombras nos movemos.

Cómo en todo sistema existe una jerarquía y este no es la excepción.

Existen oficiales, sargentos, tenientes, capitanes, coroneles y generales.

También existe el consejo, compuesto por muchos de los apellidos más relevantes de nuestra sociedad, por otro lado está casos internos que básicamente no son más que idiotas encargados de papeleo y monitorear al resto para buscar como jodernos, sin embargo no son tan relevantes y solo me falta alguien...

Sobre todos, más allá de los soldados y los administrativos está el máximo jerarca... Alex Morgan.

Alex Morgan viene de una larga línea de soldado que entregaron su vida a las filas de la FEMF y él no fue la excepción, los Morgan son conocidos por ser unos hijos de puta arrogantes y tiene todo a su favor para serlo...

Alex Morgan es el máximo jerarca de la FEMF por lo tanto del mundo, el ministro.

Y yo bueno, en todo esto yo solo soy una teniente élite.

Cada Morgan tiene algo en común con el resto de su apellido y es lo condenadamente atractivos que son y vaya que el ministro no es la excepción a pesar de su edad.

Podría fingir demencia y decir que esto paso da la nada, pero mentiría, porque el hombre sobre mi fue protagonista muchos de mis sueños antes de llegar a esto.

El ministro pocas veces había venido a Londres, eso hasta que el coronel, su hijo, Christopher Morgan viniera a no hacer más que levantar el nombre de la central aún más.

Con eso el mío y de muchos compañeros, la elite de Londres, la mejor tropa del mundo como muchos dicen.

Alex Morgan junto a su hijo se convirtió en el sueño húmedo de la mayoría de las mujeres y claramente no fui la excepción.

Pero por supuesto que no creí que el me vería a mi, pero bueno... Dios es bueno y a mi me dio una muy buena recompensa...

Las embestidas de Alex en mi interior causan la acumulación de pequeños calambres en mi vientre.

Su respiración acelerada chocando con mi la piel sensible de mi cuello mientras mis manos se sostienen de su espalda clavando mis dedos.

—Dios... Si, sigue —gimoteo echando la cabeza hacia atrás.

Sus manos pasan por mi espalda a mis hombros para sostenerme antes de acelerar el ritmo de sus embestidas.

—Dios no preciosa, Alex Morgan es el que está follando este bonito coño tuyo—gruñe a mi oído antes de jalar del lóbulo de mi oreja.

Mi cabeza da vueltas, el calor sube por todo mi cuerpo sintiendo las pequeñas gotas de sudor llenar mi cuerpo con el va y ven.

—Joder Alex —gimo en un pequeño grito cuando su boca baja por mi clavícula a mis pechos los cuales chupa y muerde sobre estimulando todo en mi.

Nunca me considere una mujer ruidosa en la cama, así como tampoco consideraba que existieran miembros más grandes de 25 cm... Bueno me equivoque.

[...]

Tallo mis ojos al escuchar la trompeta sonar lo que me hace saber que son las cinco de la mañana y que solo dormí dos horas...

No puedo quejarme, porque el sexo con Alex Morgan es jodidamente fenomenal.

Me siento pegando la sábana a mi pecho y veo a un lado a Alex, una sonrisa se forma en mi rostro de manera inevitable.

Hace un mes y medio que Alex y yo estamos... Teniendo sexo, querría decir saliendo pero no sé si estamos haciendo eso, soy consciente de que él no quiere una novia y yo bueno... Lo quiero a él...

Y el sexo es increíble y siendo sensata conmigo misma seria muy iluso de mi parte creer que el ministro busca algo mas que sexo a estas alturas de su vida, así que disfruto de esto tanto como puedo mientras dure.

La trompeta vuelve a sonar y bufo antes de levantar o al menos hacer el ademán de hacerlo cuando rodea mi cintura.

—No le he dado permiso de retirarse teniente —gruñe cerca de mi oído con esa jodida voz ronca que solo delata que aún no despierta del todo.

—Pero...

—Nada, Laila, no saldrás de esta cama hasta que yo lo diga—jala mi cintura hacia él pegando me a su pecho hundiendo su nariz en mi cuello antes de sentir como el lóbulo de mi oreja es atrapado por sus dientes—es una orden teniente

Mi vida jamás fue mala pero debo confesar que desde que tengo esto con Alex mi vida es mejor.

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ahora si tendrán algunos detalles...

besitos