MINISTRO MORGAN [FANFIC PP ALEX MORGAN Y LAILA LINCORP]

CAPITULO CUATRO

Laila Lincorp

Al fin es viernes, las horas pasan y mis manos pican, no solo por la anticipación de lo bien follada que estaré este fin de semana si no por que me he contenido toda la semana en no abrir la pequeña caja que me dio Alex todo por un simple motivo.

Las chicas...

No es que desconfié de ellas, ni siquiera que no quiera decirles porque no se cuanto va a durar, si no porque muchos de los regalos de Alex son jodidamente caros y no tengo como explicarlos, si bien tengo una pequeña fortuna personal... Alex Morgan no da regalos simples.

La madre superiora se retira a su habitación, las novicias hacen lo mismo, Alexa y Brenda se van con rapidez una vez que estamos solas, me miran y fruncen el ceño.

—¿no te vas?—mis manos siguen doblando los hábitos para ponerlos en la esquina de mi cama cuando Brenda habla.

—Lo are, solo que mi taxi vendrá en un rato todavía, creí que nos desocuparíamos más tarde— me iré al infierno por mentir, Alex lleva ya veinte minutos esperándome afuera.

—Podemos llevarte, Patrick esta esperándonos—veo a Alexa y niego con amabilidad.

—Gracias, pero no se preocupen, terminare algunas cosas aun y me iré, el taxi tardara otros veinte, vallan tranquilas las veo el lunes—me levanto a besar sus mejillas para convencerlas mientras sonrió y no tan convencidas las veo irse.

Después de cinco minutos tomo mi mochila con rapidez y saco la pequeña caja de adentro, el azul marino queda en mis manos con el listón rojo y tiro de este antes de abrir la pequeña caja y sonreír viendo los pequeños cristales que llenan el pequeño dije de sol que cuelga de una cadena de oro rosado.

Lo toco con delicadeza y mis adentros desean que no sean más que pequeños cristales swarovski, aunque algo me dice que son diamantes reales, sonrió ignorando el calor que crece en mi interior y suspiro tomando mi celular y mi mochila.

"gracias por el regalo, me encanto"

Escribo el mensaje rápido antes de meter a mi mochila algunas prendas de ropa decentes ya que no se donde demonios iremos esta vez, mi celular vibra y sonrió viendo su respuesta.

"Me alegra, ahora sal y agradécemelo como se debe"

Guardo el celular y el collar con la caja aun y salgo caminando por tres cuadras solo para encontrarme con las camionetas del ministro y entrar cuando uno de los soldados de la alta guardia me abre y me deja subir.