Como aquella vez en Roma

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M.- Vanesa...para...

V.-Por...

M.-Estamos en la terraza, nos pueden ver

V.- Es el piso más alto.... estamos solas tu y yo... y...

M.-Uhmmm.- gemí cuando noté sus labios en mi intimidad

V.-Te está gustando...- dije mirándola desde abajo

M.-Bueno..pues sigue, ¿No?.- le dije mientras le acariciaba el pelo

V.-Je, je, sigo sigo...

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Narra Vanesa

Estaba preparando mi nuevo disco, me iba a Los Angeles a grabarlo, estaría un par de semanas como mínimo, se podía decir que iba a ser nuestra primera separación tan larga y sin fecha de vuelta, mi relación con Mónica iba perfecta, congeniamos desde el minuto cero, mi ironía con su humor eran el binomio perfecto, podía hilar una broma con otra sin despeinarse y eso era algo que me ponía mucho.

Prácticamente me había mudado a su casa, a mí me gustaba vivir más en el centro de Madrid pero no encontrábamos nada que nos gustara a las dos, así que decidimos que yo dejara mi pequeño ático y me fuera a casa de Mónica hasta que juntas buscáramos algo que nos encajara a las dos. 

Mónica me había abierto las puertas de su corazón y de su hogar y en él habíamos formado uno nuevo: NUESTRO HOGAR.

Mónica tenía una casa amplia y muy acogedora, con mucha luz, tenía una zona que utilizaba para escribir pero poco a poco la fuí absorbiendo con mi piano, la guitarra y mis cosas, a ella no le importa, es más despejamos juntas un poco esa zona para que pudiera tocar de cara a la ventana.

Pero ahora tocaba separarnos...y a mí ya me estaba entrando la morriña de no poder verla en dos o tres semanas...

M.-¡Vane!, ¡Qué susto!.- gritó Mónica cuando entré en el baño silenciosamente mientras se secaba después de una ducha bien calentita.

V.-Uhmmm, que bien hueles..¿Me dejas?

M.-Ponme de la de coco

V.-Siempre te pones de la crema de vainilla, ¿Seguro de coco?

M.-Si, huele a ti, así se queda en el pijama el aroma y cuando me lo ponga me recordara a ti

V.-Ay Carrillo, ¿No piensas lavar el pijama en tres semanas?

M.-Hombre, lo lavaré pero seguiré poniéndome la crema de coco para recordarte

V.-¿Me vas a echar de menos?

M.-Mucho, bueno eso creo... 

V.-¿Me das un beso?.- dije con voz mimosa

M.-Uhmmm, ¿Estas mimosilla?

V.-En dos días me voy... estoy mimosilla, si, lo admito

M.-Ven aquí anda, te doy este beso y mil más

Seguimos besándonos un rato pero la alarma del horno sonó, lo cual indicaba que la cena estaba lista, doradas al horno para cenar, abrí un vino blanco que había metido en la nevera y que estaba bien fresquito y cenamos tranquilas, con Camarón al acecho por si pillaba algo de nuestra cena, Mónica lo llevaba más a raya pero yo era un poco consentida con el la verdad, éramos tal para cual.

Narra Mónica

Vanesa se marchaba a Los Angeles, primera separación larga desde que estábamos juntas, ella estaría trabajando todo el día, poco tiempo libre y yo pues intentaría mantenerme ocupada, estaba escribiendo mi nueva novela y aprovecharía estas semanas para adelantar algo de trabajo.

Llega el momento.....Where stories live. Discover now