PESADILLAS EN EL INFIERNO

17.9K 1.6K 67
                                    

El teléfono de Willow suena en su bolsillo haciendo a las dos saltar en su sitio del susto. Ambas se miran con terror, sin saber muy bien como actuar después de que comenzase a soñar la alarma.

De nuevo la peor pesadilla de Willow parece perseguirla. Otra batalla. Pero esta vez no piensa quedarse escondida, no cuando su pueblo está luchando ahí fuera y puede ayudar.

Con las manos temblorosas coge la llamada.

-¿Diga? 

- Conejita soy yo.

De inmediato la coneja reconoce la voz y su corazón salta en su pecho por el tono alarmante de Orión que, al otro lado de la línea, baja del coche con prisa preparándose para la batalla.

- Nos atacan de nuevo, busca un lugar seguro y no te muevas de allí.

- Pero, ¿Dónde estás? Tengo que ir a ayudar.

- Escúchame Willow, ni se te ocurra salir a la calle. ¿Dónde estás?- Le devuelve la pregunta.

La coneja frunce el ceño no muy contenta con la orden de quedarse de brazos cruzados mientras otros hacen lo que pueden. Pero aún así contesta a la pregunta.

- En casa de Archer. Estoy con Agnes.

La morena, al oír su nombre le roba el teléfono a Willow que, a pesar de sus quejas, no puede recuperarlo.

Agnes asiente un par de veces escuchando a Orión. La orden es clara, si la coneja sale herida ella está muerta.

Rezando por qué haya captado el mensaje Orión cuelga a la vez que arremete contra uno de los hombres que lucha aún sin transformar.

Willow se muerde las uñas nerviosa, totalmente histérica tratando de seguir la orden de su pareja. Pero no puede. Quiere salir y ayudar a Orión y no estar sentada en el sofá esperando que pase el tiempo.

Agnes la observa entretenida, entendiendo como se siente en estos momentos. Ella también debería estar luchando pero le ha tocado ser la niñera de una indefensa coneja.

- Tenemos que hacer algo.- Explota Willow poniéndose de pie. 

Sin embargo Agnes la detiene antes de que pueda siquiera dar un paso.

- Tenemos órdenes del Alpha de quedarnos aquí. Además de que no sobrevivirías ni un segundo ahí fuera.

- ¡No me importa!- Se queja ella exasperada.

- Willow, los hombres de Lion son grandes leones entrenados para masacrar y tu hueles a presa por todos lados. Es a ti a quien buscan. Haz caso a Orión y quédate aquí, donde te pueda ver.

La coneja cierra los puños con rabia enfadada. Esta a apunto de refutarla cuando un agudo dolor en su estómago la hace doblarse sobre si misma.

- ¿Qué es lo que ocurre?- El pánico recorre a Agnes que corre acercándose a ella. 

- Orión.- Consigue susurrar la conejita antes de sufrir un nuevo escozor.

------------------------------

Las garras del león salen de su estómago dejando salir sangre. Orión gruñe enfadado dispuesto a seguir luchado a muerte con el animal frente a él.

Lobo y león dan vueltas como en un improvisado ring, pendientes del movimiento del otro.

Los ojos amarillos del animal lo dicen todo. Está muerto. Y, aunque la nueva herida en su estómago escuece, lo ignora dispuesto a degollar con su mandíbula al intruso.

Él tenía razón. Este ataque es más fuerte que el anterior. Incluso más de lo que él pensaba. Más de cien hombres tratan de causar el mayor daño posible en la manada y Orión no piensa permitirlo.

Un lobo para la conejaWhere stories live. Discover now