MANADA

29.1K 2.2K 94
                                    

Por fin el coche se detiene tras unos kilómetros recorriendo incómodos caminos de tierra. 

Pero Willow no parece cansada, casi como si toda la energía hubiese llegado de golpe a ella ante la idea de conocer al fin el lugar del que Orión tanto alardea.

Pegada a la ventana observa el exterior. Un conjunto de pequeñas y modestas casas intercaladas entre árboles y vegetación.

No muy lejos se pueden ver pequeños huertos que abastecen a los ciudadanos con un sistema de riego que, aunque no muy sofisticado, funciona para producir lo suficiente para el invierno.

El bosque es espeso, lo que mantiene a intrusos lejos de estos territorios que a la coneja le parecen tan hermosos. Sin pensarlo demasiado sale corriendo del vehículo para explorar el lugar y Orión sólo ríe tratando de seguirle el ritmo a su ilusionada chica. 

- Más despacio mi conejita. Mi casa queda por allí.- Señala la dirección contraria el hombre mientras espera a Willow, que sin perder la dulce sonrisa abanza hacia la cabaña del lobo.- Ya saldremos a dar un paseo luego.

La coneja queda fascinada por la linda casa de madera de Orión que, repleta de enredaderas, casi se camufla en el ambiente.

Es de dos pisos pero pequeña, como las demás. El interior es sencillo también, con pocos adornos pero mucha luz. Un salón comedor, una pequeña cocina y dos dormitorios en la planta superior.

- Y está de aquí es mi habitación.- Termina de enseñar Orión atento a las reacciones de la castaña que recorre con la mirada cada detalle de su hogar.- Nuestra habitación.- Se atreve a insinuar al ver que a Willow parece gustarle.

Ella se pone roja. Sus tiernas mejillas casi parecen dos tomates y trata de no mirar al hombre que sólo con una sonrisa le hace caer a sus pies. 

Orión se siente tan extrañamente bien viéndola ahí. En esa casa en la que ha tenido que vivir solo tantos años. Casi como si ese fuese el lugar correcto de esa coneja. Willow también lo siente así, por alguna razón.

Mira la enorme cama que ocupa la mayoría de la habitación y, junto a las proposiciones del lobo, se sonroja aún más, mientras pensamientos impuros cruzan su mente.

------------------------------

El lobo saluda amable a una señora mayor que pasea como ellos por el lugar. Willow solo sigue asombrada por este rústico pueblo que parece sacado de un sueño. 

No es muy buena identificando cambia formas, pero por lo que Orión le ha explicado en esta pequeña manada toda especie es aceptada sin excepciónes.

- Entonces eres un Alpha.- Trata de aclararse la coneja sorprendida aún por lo que le rodea.

- No exactamente.- Puntualiza el hombre pegándose aún más a Willow buscando su contacto.- Hago las funciones de un Alpha pero renuncié desde el principio a ese rango. Quiero que todos aquí seamos iguales. Iguales de verdad.- Aclara al recordar que palabras parecidas son las que dice aquel falso león.

La chica sonríe como una boba, completamente enamorada del hombre a su lado. ¿Como había tenido tanta suerte al ser su pareja destinada?

- Es un proyecto muy lindo, que seguro que consigues hacer crecer.- Le alienta ella regalándole un pequeño beso en la mejilla que hace al lobo suspirar.

- Es un sueño que tengo desde que era pequeño. Desde que me echaron de casa por mis diferencias con el resto de mi manada.- Su voz se vuelve sombría y Willow comprende que es un tema delicado.- Mi propia familia me dió la espalda por ser distinto, más frío, más salvaje, y prometí formar un sitio donde todos tubiesen un lugar.

Un lobo para la conejaМесто, где живут истории. Откройте их для себя