Capitulo 29.-

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— Zabdiel, ¿qué estás hablando? – Le pregunté, sacudiendo la cabeza.

Debería haber escuchado a Zabdiel en primer lugar y dejarle decir lo que sea que fuera antes, de esa manera no habría irrumpido por la puerta principal y no nos hubiera atrapado a Erick y a mi juntos. Había hecho cosas peores por dejarlas al final, y ahora no tenía idea de lo que iba a venir de Zabdiel viéndonos a Erick y mi así.

— Liv, hay algo que tengo que decirte. – Zabdiel dijo lentamente, dando un paso hacia adelante. Me agarró la mano en la suya, pero se apartó. Yo estaba tan confundida, que no entendía lo que estaba pasando y lo que Zabdiel, posiblemente, estaba llevando. No podría haber hecho nada malo,
¿verdad? Zabdiel y Erick ni siquiera se conocen, Zabdiel tenía que estar mintiendo.

— ¿Qué? – Le pregunté, y cuando Zabdiel no respondió, le pregunté de nuevo. — Zabdiel, ¿qué tienes que decirme?

— ¿Quieres sentarte? – Preguntó Zabdiel, tratando de llegar a mí de nuevo. Solo retrocedí un poco más, hasta la barandilla de la escalera. Me tambaleé hacia atrás, para encontrar un lugar en las escaleras para sentarme.

— ¿Es realmente tan malo? – Tragué saliva, no estaba segura de cómo me tendría que sentir acerca de todo esto. No todos los días uno de sus mejores amigos llega a tu puerta diciendo que ha hecho algo malo a uno de tus otros mejores amigos.

— Es malo, Liv, es bastante malo. – Zabdiel asintió. Se frotó las manos por la cara, que se veía más pálida de lo que normalmente lo hacía. Parecía que se iba a enfermar, y casi quería decirle que sólo tenía que ir a casa y volver cuando se sintiera mejor. Parecía aterrorizado, y lo que fuera que tenía que decirme tenía haber sido peor de lo que pensaba. Allí estaba yo, pensando que él estaba a punto de quejarse de Brooke, cuando en realidad había algo mucho más grande pasando.

— Sólo dime, Zabdiel, por favor. – Le rogué.
Podíamos terminar con esto ahora, ya que estaba muy interesada y preocupada por Zabdiel como para detenerlo ahora.

— Liv , por favor, promete que no me vas a odiar. – Zabdiel dijo, arrodillándose delante de mí. Estaba a punto de llorar, sus ojos cafés se llenaron de lágrimas mientras miraba hacia mí.

— Yo nunca podría odiarte, quiero ayudar, sólo dime que está mal. – Dije, asintiendo con la cabeza un par de veces para animarle a hablar. Era verdad, no importaba lo horrible que fuera lo que tenía que decirme, yo nunca sería capaz de odiarlo. Zabdiel había sido mi amigo desde hacía más de tres años, no iba a dejar que uno de sus pequeños errores terminaran nuesta amistad.

— Erick me odia... – la voz de Zabdiel se rompió y él tomó un segundo para pensar antes de hablar de nuevo. — Erick me odia porque yo estaba en el accidente que mató a su hermana.

— ¿Qué? – Casi grité, sin darme cuenta de que había asustado a Zabdiel por mi arrebato.

A lo largo de toda esta cosa, ni una sola vez sospeché que Zabdiel era parte del accidente que había matado a Kenzie, pero ahora todo tenía sentido para mí. Por eso Zabdiel actuó de manera extraña cuando presenté a Christopher, o cuando Joel lo invitó a sentarse con nosotros en el almuerzo. Y cada vez que Zabdiel y Christopher estaban cerca las cosas se ponían muy raras, y con Erick, también. Erick ni siquiera podía mirar a Zabdiel. No puedo creer que haya sido tan estúpida como para no ver nada de esto antes.

— ¿Cómo? – Pregunté, tratando de mantener la calma. Aunque me sorprendió que Zabdiel hubiera hecho esto, estaba más confundida que enojada y molesta de que Christopher no me hubiera dicho.
Dijo que todo era culpa suya, no entiendo por qué él quería tomar toda la culpa cuando había claramente alguien más.

7:15  || C.V.&TÚWhere stories live. Discover now