𝑻𝒐𝒙𝒊𝒄 𝑳𝒐𝒗𝒆 | 𝑩𝒆𝒍𝒍𝒂 𝑺𝒘𝒂𝒏

¿𝑨𝒎𝒊𝒈𝒐𝒔?

Bella pov.

Era extraño, pero me sentía optimista mientras caminaba desde la clase de Español a la cafetería, y no se debía sólo a que fuese mi mano entrelazada con la de Alexandra, aunque claro era lo más importante para mi, estar con ella.

Tal vez se debía a la atmósfera de
libertad que se respiraba en todo el campus. Había una evidente emoción en el aire. Teníamos la libertad tan cerca que casi podíamos tocarla, degustarla. Había signos por todas partes.

Los pósters se apelotonaban en las paredes de la cafetería y las papeleras mostraban un colorido despliegue de folletos que rebosaban los bordes: notas para recordar comprar el anuario y tarjetas de graduación; plazos para encargar togas,
sombreros y borlas; pliegos de argumentos en papel fluorescente de los de tercero haciendo campaña para delegados de clase; ominosos anuncios adornados con rosas
para el baile de fin de curso de ese año.

El gran baile era el fin de semana siguiente, y claro al ver la emoción de Alexandra desvanecerse al ver que no quería ir. Al final termine accediendo.
El final del curso no me resultaba tan placentero como parecía serlo para el resto de los estudiantes. En realidad, me ponía al borde de las náuseas cuando pensaba en ello. De todos modos, intentaba no hacerlo.

Pero era difícil escapar a un tema tan de actualidad como la graduación.

-¿Han enviado ya sus invitaciones?.-preguntó Angela cuando Alexandra y yo nos sentamos en nuestra mesa.

-No.-le contesté a Angela.-No hay necesidad, la verdad. Renée ya sabe que me gradúo. ¿Y a quién más se lo voy a decir?

-¿Y tú, Alexandra?.-inquirió.
Ella sonrió.

-Ya está todo controlado.-Se limitó a contestar Alexandra, la voltee a ver confundida si bien sabía que de vez en cuando hablaba con Esme por teléfono y que pronto vendrían sus amigos para ayudarnos con la situación de los nómada.

¿Por eso estaba distraída?¿Ellos ya estaban aquí?

-Qué suerte.-suspiró Angela.- Mi madre tiene primos a miles y espera que las manuscriba una por una. Me voy a quedar sin mano. No puedo retrasarlo más y sólo de pensarlo...

-Yo te ayudaré.-me ofrecí.- Si no te importa mi mala caligrafía.

Angela parecía aliviada.

-Gracias. Me pasaré por tu casa cuando quieras.

-La verdad es que preferiría pasarme por la tuya si te va bien. Estoy harta de estar en la mía.-sonreí ampliamente.

Después de estar un momento más conversando con Angela volví a mirar a Alexandra.

-¿Qué es lo que te preocupa?.-pregunte en voz baja.

-No es eso, bueno en parte si pero hoy vienen los amigos que te dije.-aclaró con la vista en la mesa.-Descuida ellos no cazarán en esta zona solo que estaba pensando en varias posibilidades para salvarte de James.

Por un momento me quedé callada, no sabía exactamente que decir.

-Todo se solucionará.-le aseguré y me sorprendió lo firme que soné.

Ella levantó la vista y me sonrió.

Después de las clases, Alexandra manejo hasta la casa Cullen donde estarían los amigos de los que ella poco me había hablado. Me sentía nerviosa por conocerlos y ella se dio cuenta porque al bajar del auto ella paso su brazo por mis hombros.

-Descuida, ellos son simpáticos a diferencia de su clan.-rió Alexandra como si algo le hiciera gracia.

-¿Su clan?.-pregunte con curiosidad.

-Si, ellos tienen un clan excepto Garrett.-respondió Alexandra mientras nos acercábamos mas a la parte del bosque.

-¿Te dejaron sola? Y yo creí que eran la familia perfecta.-un alto, delgado vampiro con ojos de rubíes impacientes y con largo cabello, apareció en frente de nosotras.

-Esta lejos de ser perfecta.-repuso Alexandra restándole importancia.-Bella él es Garrett un viejo amigo.

Él me observó y sonrió.

-Así que tu eres quien domino a esta fiera.-reí sin poder evitarlo y Alexandra lo fulminó con la mirada.

-Diré lo mismo cuando conozcas a tu compañera.-repuso Alexandra.

-Ella esta diciendo la verdad.-la mire,
sus rizos rojos enérgicos y su sonrisa al acercarse a nosotros.

-Maggie pertenece al clan irlandés, tiene un don para saber cuando esta siendo engañada, y sus veredictos nunca fueron impugnados.-me explicó Alexandra para después reírse.-nunca creyó ninguna mentira mía.

-Pensé que eras la hija favorita.-comento un vampiro que parecía alegre junto a quien imaginaba que era su pareja.

-¿Por Qué todos piensan eso? Él favorito es Edward.-aclaró Alexandra para después acercarse a él y abrazarlo.-¿Como has estado?.

-Así que Edward y tu se pelearon por...-la vista de Garrett se puso en mi y de inmediato desvíe la vista.

Para ser sincera, ignoraba por completo que él hermano de Alexandra estuviera interesado en mi.

-Él idiota solo le llamaba la atención él aroma de ella.-aclaró poniendo sus ojos en blanco.-Bella, ellos son Benjamín y Tia pertenecen al clan egipcio.-me los presentó al tiempo que volvía a mi lado. Tia, la compañera del benjamín, era una mujer tranquila también, aunque cuando ella realmente dijo algo había gran perspicacia y la gravedad a todo que ella dijo.

De todos modos, era Benjamín que pareció que todos ellos hicieron girar alrededor, como si él tenía algún magnetismo invisible del cual los demás dependieron para su equilibrio.

Alexandra les explico lo que últimamente había pasado y la razón de porque no quería llamar a su familia. Y solo a ellos los consideraba como sus amigos en los cuales podía confiar.

Maggie, Garrett, Benjamín y Tia estaban dispuestos a ayudarla.

-Y ¿Alice?. Tal vez ella pudo ver algo.-mencioné provocando que ella hiciera una mueca.

-Y posiblemente Edward ya lo sabe, solo esperó que no.-murmuró y entendí él porque.

-Descuida, será fácil que acabemos con ellos ¿Cuantos son?¿tres?.-inquirió Garrett en tono burlón, me recordó un poco a Emmett.

-Ese es él problema, al parecer ahora son ocho.-aclaró Alexandra.

Por muchos medios intento que James no me encontrara, por eso en ocasiones recordaba cosas distintas al parecer en cierta forma si podía recordar lo que realmente había pasado.

Y las dos sabíamos que si algo salía mal solo una cosa me salvaría: Convertirme. Antes de lo planeado.