Pequeñas Historias WINTERIRON, y... ¿algo más?

"Humano Egoísta"

"Rediseño del Corto Destino"

Disfrútenlo.

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Verano del 21 noviembre de 1634 – Francia, Inglaterra.

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La sociedad en el siglo XVII puede ser mayormente un tanto cruel como injusta, sin duda alguna todos los ciudadanos se regían por las normas que impone la iglesia. Eran tantas las prohibiciones que impartían que James puede jurar que el padre Obadiah Stane guarda en su biblioteca un enorme libro con un detalle preciso de los castigos que concede a todos los pecadores.

James es consciente que el día que descubran uno de sus pecados seguramente le maldecirá y sobre todo se ganara un pace inmediato al infierno.

Pero como evitarlo, desde el momento que tuvo conciencia en su vida sabe que siempre fue y será diferente. Muchas razones se le ocurren para cerciorarse de ello. Uno de sus mayores pecados es sentir interés por los chicos de su edad, por simplemente desear ser algo más que amigos.

Ser algo más para su amigo Steve.

Quien evidentemente está enamorado de una chica castaña de hermosos labios.

James suele sentir tantos celos y envidia de aquella mujer, que seguramente en otro momento y circunstancia le hubiera agradado. Pero no justo ahora, cuando recuerda que la persona que desea está en una cita con ella, claramente disfrutando ser correspondido.

James frunció el ceño ante la simple idea, deseo que aquella mujer desapareciera.

Sentado en el porche de la casa de sus padres, observo con desinterés a sus dos hermanas, las cuales se perdían atrevidamente en el bosque que rodeaba su hogar. James sabe a dónde se dirigen, también es consiente que debería avisarle a sus padres e incluso comentar el secreto de sus hermanas.

Pero las voces en su cabeza le recuerdan que es una persona hipócrita, que ellas seguramente morirán y que todo será su culpa, por lo tanto se niega rotundamente a ser el cómplice de aquel horrible hombre que debería morir.

A veces siente curiosidad, desearía tanto poder saber, e incluso que ellas confíen lo suficientemente en el para llevarle con ellas. Pero ambas son celosas y ninguna está interesada en salvar a James de su mísera soledad. Una donde debe recordarse consecutivamente el porqué de ella, la razón que no le permite estar tranquilamente cerca de cualquier hombre o mujer.

Brujería, eso suelen frecuentar sus hermanas en silencio todas las noches.

Recuerda con lujo de detalle todas las historias sobre monstruos que utilizaban para asustarle con tal de evitar que el las siguiera hacia el bosque. Cuanto miedo tuvo en aquellos días, realmente creyó en todas sus mentiras. Sus padres siempre juraron que solo eran crueles con él, que ingenuos habían sido, si tan solo ellos lo notaran, si tan solo el pudiera delatarlas.

"¿Por qué lo harías? Eres tan pecador como ellas" susurro una voz desconocida a su lado, se negó completamente a escucharla, sabe que solo intentan jugar con él.

"Quizás deberías hacerlo, nada cambiara si ellas mueren" las voces siempre susurraban cosas terribles, a veces pensaba en lo que decían, pero solo imaginar que alguna de sus hermanas regresara y le atormentara por el resto de sus días le hace desistir de la idea de que mueran.

–¿James? –Su madre le llamo desde la cocina de su hogar. –¿Sabes dónde he puesto mi argolla familiar? –Su voz suena asustada, era claro que temía haberla perdido, y que su padre se enterará.