El Heredero de la casa Black [Traducción]

Capítulo 14: Destinos entrelazados

13 de febrero de 1970 (viernes)

INGLATERRA CONSIGUE UN PUESTO EN LA CLASIFICACIÓN

por A. Carnierus, corresponsal de Quidditch

La nación anfitriona califica por primera vez en la historia
 

Después de estar ausente del torneo más popular del mundo durante las últimas dos décadas, el equipo inglés ha demostrado que todavía tenemos lo necesario para competir en el escenario internacional más importante de Quidditch.

La última vez que Inglaterra se clasificó como uno de los dieciséis equipos que jugaron la final fue en 1950. Para su última victoria en la Copa del Mundo, tenemos que remontarnos aún más atrás, hace más de un siglo, en 1866...

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A la mañana siguiente, cuando Turais se dirigía a la cocina para desayunar, captó una conversación en voz baja entre los retratos cerca de la escalera del segundo piso.

"¿Por qué el duende chiflado no ha mantenido a esa criatura impura fuera de la casa?".

"Se lo oí decir a Elladora abajo, que se lo oyó decir a Úrsula, que oyó decir a Turais que el chico es un querido amigo suyo...".

"¡¿Qué has dicho, Lisandra?! Nuestro dulce e inocente muchacho debe haberse confundido por eso -"

Turais se aclaró la garganta mientras los retratos que se alineaban en el pasillo guardaban silencio.

"Tío bisabuelo Sirius, espero que no estuvieras cotilleando sobre mí y mi amigo", dijo Turais con calma. "Tú también, tía bisabuela Belvina y Lysandra".

"Bueno..." Sirius Black se ajustó la túnica incómodo. "Sólo nos preocupa que arrastre tu reputación, sobre todo cuando tienes un futuro tan prometedor".

"Le agradezco la preocupación, señor", dijo Turais. "Pero los tiempos han cambiado y debemos aprender a mirar más allá de estas divisiones que amenazan con desgarrar nuestra sociedad".

"Dudo que haya cambiado lo suficiente como para que su alianza sea aceptable", resopló Sirius.

"No lo hizo, por eso estoy aquí para que así sea", dijo Turais con firmeza. "Y ten cuidado de no pronunciar nunca tus pensamientos en su presencia, sean cuales sean. No permitiré nada que no sea una perfecta hospitalidad hacia mi preciado invitado y amigo".

"Como desees, Turais", dijo Sirius mientras Lysander y Belvina asentían con la cabeza. "Aunque yo..."

Una puerta se abrió de golpe y se estrelló violentamente contra la pared mientras un par de pies cruzaban rápidamente el pasillo de arriba.

"¡SIRIUS! ¡¿QUÉ DIJE SOBRE ESCONDER RATONES DE AZÚCAR EN EL CAJÓN DE LOS CALZONCILLOS?!" bramó Orión.

Turais miró hacia arriba en dirección al ruido cuando de repente se dio cuenta de que Alex estaba en el siguiente escalón.

"Llegas pronto", dijo Turais despreocupadamente mientras Sirius bajaba corriendo las escaleras y pasaba junto a él. Pisándole los talones estaba el iracundo Orión, que continuó gritando el nombre de Sirius en voz alta mientras se perdía de vista. "¿Es incómoda la cama?"

"No, no, no", negó Alex inmediatamente. "Es muy cómoda. Es que... no estoy acostumbrada a todo esto... y... perdón por escuchar a escondidas..."

"Oh, así que los oíste", murmuró Turais, sintiéndose apenado por las palabras de sus antepasados. "Por favor, no les hagas caso, ya los regañé".