El Heredero de la casa Black [Traducción]

Capítulo 3: Confesiones de despedida

5 de diciembre de 1998 (sábado)

SHACKLEBOLT INSTALADO COMO MINISTRO DE MAGIA

por E. Limus, corresponsal de Wizengamot

Promete una democratización radical del Wizengamot

Poniendo fin a meses de especulaciones, el Ministro Interino de Magia Kingsley Shacklebolt será designado para un mandato completo el próximo lunes cuando su nominación sea ratificada formalmente por el Wizengamot como se esperaba...

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"¿No es hora de que te pongas en primer lugar? ¿Y de vivir para ti mismo, por una vez?"

Las palabras del desconocido siguieron resonando en la mente de Harry durante días y semanas. Pasaban por su mente cada vez que se encontraba con los fans enloquecidos, o recibía otra tanda de invitaciones del Ministerio, o celebraba la captura del último de los mortífagos. También lo seguían en sus terrores nocturnos de revivir la Batalla de Hogwarts y las incontables muertes que se produjeron en ella.

Al principio, Harry pensó que disfrutaría de la vida como antes de su encuentro con la Muerte, pero todo había cambiado. Ahora, mirase donde mirase sólo servía para recordarle la oportunidad perdida de buscar lo que más apreciaba y lo que había faltado en su vida desde que nació.

El enorme agujero de pérdida desconsolada que antes era capaz de mantener bajo control empezaba a deshacerse, hilo a hilo.

Tras muchas noches de examen de conciencia, Harry había identificado por fin las pocas razones importantes que le impedían seguir adelante. Por lo tanto, elaboró una lista de comprobación que pensó que, una vez completada, tranquilizaría su conciencia y le permitiría aceptar la oferta de la Muerte sin remordimientos. También supuso que completar esa lista beneficiaría su bienestar mental, independientemente de su decisión final.

Uno de los puntos de la lista de Harry era la captura de todos los mortífagos. Por lo tanto, ante la noticia de la derrota de Yaxley a manos de los Aurores, Harry decidió que entregaría su carta de renuncia para concentrarse en completar sus otras metas.

Harry se paseó por el pasillo bordeado de retratos de Aurores ejemplares hasta llegar al despacho de Robards. Al ver la mesa de secretaría vacía, Harry se acercó a la puerta del despacho. Antes de que pudiera llamar, la puerta se abrió ligeramente cuando el pestillo, mal asegurado, se salió de la chapa de cierre. A través de la pequeña rendija de espacio, Harry pudo oír la inconfundible voz de Kingsley Shacklebolt desde el interior de la habitación.

"... ¿Así que no cree que los recientes ataques en Dover fueran obra de Yaxley y Rosier?", preguntó el ministro en funciones con voz suave y profunda.

Hubo una pausa vacilante antes de que Robards respondiera: "No creo que sea así, Kingsley. Hay algo en estos ataques que no me parece lógico. Están demasiado coordinados, bien pensados y no se parecen a nada que hayamos visto antes con Quien-tú-sabes. Todas estas muertes muggles no tenían indicios del juego sucio mágico al que estamos acostumbrados, sin embargo, las pruebas muestran que la magia debe haber sido utilizada para llevar a cabo esos planes. Es como si la magia se hubiera usado específicamente para complementar sus formas muggles de asesinar".

Robards continuó: "Un descarrilamiento de tren que mató a veinte cuando las autoridades muggles dijeron que el tren no estaba programado para circular. Un incendio relámpago en una nube de polvo que mató a diez personas y quemó a cientos cuando, al parecer, el festival se canceló el día anterior debido a las malas condiciones meteorológicas. Un envenenamiento masivo por radiación con polonio, que es una sustancia muy restringida en el mundo muggle. Difícilmente creo que Yaxley, Rosier o el resto se preocupen por conocer la tabla periódica muggle, y mucho menos que sean lo suficientemente versados en ella como para causar devastación de una forma tan... mundana y no mágica".