Por generaciones los Weasley habían pertenecido a la casa de los valientes de corazón, a Gryffindor. Pero con la llegada de Tassia Weasley a Hogwarts pareció que ella llegó para ir en contra de todo lo que en su familia había sido por décadas.
¿Que...
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— COMPRAS Y LA CARTA —
El día siguiente, cuando Tassia despertó ya nomás se encontraban sus tres hermanos mayores y su madre.
Se levantó y aún en pijama bajo hacia la cocina donde su madre se encontraba haciendo el desayuno para los que aún estaban en la casa.
— Buenos días, Tassia — Dijo Molly Weasley con una sonrisa.
— Buenos días, mamá — Tassia se metió a la cocina y comenzó a agarrar vasos y platos para acomodar en la mesa. — ¿Y mis hermanos?
— Se están bañando. Para desayunar y no mucho después irse al campamento — Le respondió su madre y ella asintió. — Aún estás a tiempo de irte con ellos, ¿no quieres?
Tassia negó.
— No me gusta el Quidditch, mamá — Le dijo Tassia — No me apetece dejar la comodidad de mi cama e ir aya.
Molly asintió.
— Opino lo mismo — Molly río y en ese momento entro Percy a la cocina.
— Madre — Percy se acercó a ver lo que hacía su madre y luego se acercó a su hermana. — ¿Que tal dormiste, Tassia?
— Muy bien, Percy. ¿Y tú?
— Bien. Pero el ensayo que me pidió el señor Crouch ya está terminado. — Percy sonrió orgulloso y Tassia igual.
— Eso es bueno, ya no tienes pendientes hasta que regreses a la oficina — Tassia le dio un golpe en el estómago y salió corriendo de la cocina mientras Percy salía detrás de ella.
— Detente, Tass — Decía Percy mientras ambos corrían alrededor de la mesa.
En ese momento, Bill bajaba las escaleras y Tassia corrió hacia el.
— Oh, Bill. Lanza una maldición hacia Percy que me persigue — Dramatizo ella y Bill río mientras sacaba su varita.
— Oh, no. Percy, deberás retroceder sino quieres salir lastimado. — Dijo Bill mientras los tres reían.
— Y ustedes tres deben sentarse a desayunar, sino quieren morir de hambre. — Molly dijo y sus tres hijos se apresuraron a sentarse. — ¿Y Charlie?
— Arriba — Respondió Bill. — Estaba por cambiarse.
Molly asintió.
— Iré por el, Charlie siempre hace lo mismo — Y entre quejas, la señora Weasley subió las escaleras.
••••
La señora Weasley se despidió de sus hijos, Tassia sintió que sus tres hermanos dejaron un beso en su cabeza y después de despedirlos ella subió a su habitación donde Hermes se encontraba en el alfeizar de la ventana.
La chica Weasley se apresuró a abrir la ventana y desamarro la carta de la pata de la lechuza. Hermes después salió volando por la ventana, a descansar probablemente.
Observó el sobre, con una letra estirada y excéntrica decía Tassia Weasley.
La chica se apresuró a abrir el sobre con cuidado y saco el pergamino dónde decía.
Tassia, no esperaba tu carta, pero si yo estuviera en tu lugar me encontraría ansiosa por saber en qué concluyó tremendo espectáculo de los vecinos.
Cuando se fueron continuaron peleando frente a la calle y ya algunos vecinos se encontraban pegados a las ventanas o en las puertas de sus hogares. No tardaron en llegar los policías y se llevaron presos al esposo y al amante por alterar la paz y tranquilidad de la ciudad.
Eso fue lo que pasó, después el esposo fue liberado y llegó a la casa para sacar a la mujer. La ha corrido por la falla de ella y claro, ella esperaba que su amante la recibiera pero no contaba con que el tenía su propia esposa y no se a donde habrá ido la mujer.
Es todo lo que se, igual si me entero de algo yo te informo.
Petunia Dursley.
Tassia trataba de imaginarse la escena en su mente, pero no sabía que eran los pocilias.
••••
Pasando poco más del medio día, Molly y Tassia se dirigieron hacia el callejón Diagon por medio de la red flu.
Llegaron y en el caldero chorreante solo se encontraba en tabernero Tom, así que las mujeres Weasley se dirigieron hacia los ladrillos para entrar hacia el callejón Diagon.
Se sorprendieron al ver qué estaba demasiado solo, a lo mucho habían dos o tres familias, pero solo eso. Primero, se encaminaron hacia la botica para comprar lo de pociones y luego hacia Flourish y Blotts.
Cuando ya estaban lo suficiente cargadas, Tassia le dijo a su madre que necesitaba una túnica nueva, porque la suya se rompió el año pasado con las clases de Cuidado de Criaturas mágicas.
Al ser de Slytherin, ella no podía reutilizar alguna túnica de sus hermanos.
Entraron a Madame Malkin, estaba solo a excepción de una niña de algunos once años que estaba parada mientras una cinta mágica le tomaba las medidas.
— ¿Que necesitan? — Les preguntaron y Molly sonrió.
— Una túnica de... Slytherin — Si bien, la familia se había resignado que Tassia fue a Slytherin no lo aceptaban del todo.
A Tassia le indicaron que le tomarían las medidas y la colocaron a un lado de la niña.
— Tu cabello es tan bonito — Le dijo la niña con voz soñadora.
Tassia sonrió.
— Gracias.
— ¿En qué curso vas? — Le preguntó la niña, parecía que quería saber todo sobre Hogwarts. Cómo cualquier niño de once años que le llegó su carta.
— Pase a cuarto, ¿tu eres de primero? — Preguntó y la niña asintió.
— Fue una sorpresa saber que soy una bruja y mis padres también estaban algo asombrados — Decía la niña y Tassia comprendió que es hija de muggles.
— Entiendo, igual espero verte en la mesa de Slytherin — Dijo Tassia cuando le entregaron la túnica y junto a su madre salió de la tienda.
Estaba segura que si esa niña quedaba en Slytherin la pasaría un poco mal los primeros días, pero después todo mejoraría, así son los Slytherin. La van a aceptar porque quedó en Slytherin pero será difícil su llegada.
