XVI

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Enola se observó al espejo sintiendo su corazón martillear cobra sus costillas haciéndole daño, el vestido blanco que cubría su cuerpo era simplemente un cuento de hadas, no pudo evitar pensar en su madre, anhelaba tenerla a su lado, y en su padre, que aunque no lo conoció lo suficiente realmente hubiera querido ser su pequeña.

Una punzada de nostalgia hincó su corazón, nunca se consideró consentida pero de alguna u otra forma quería que sus hijos tuvieran aquello, que sean amados con intensidad y tratados con suma delicadeza y dulzura, aunque, por supuesto, sean educados como su madre lo hizo con ella.

James llegó a su mente y no pudo evitar sonreír, él era perfecto, sin lugar a dudas, era amoroso, inteligente y no tenía miedo al temperamento tan explosivo de Enola.

Su corazón tembló de regocijo al imaginar a James con un pequeño castaño juguetear por el salón, arropándolo por las noche e, incluso, besando su cabeza.

-Te ves realmente perfecta.-El susurro inseguro de su cuñada la tomó por sorpresa, haciéndola girar rápidamente para encontrase con una Alone algo cambiada.

-¿Qué sucedió? ¿Sherlock te hizo algo?

Alondra tembló ligeramente antes de negar con vehemencia.-Me encuentro bien...

Enola apretó los labios con fastidio al notar el evidente engaño, las gruesas ojeras marcaban su pálida piel dándole un aspecto enfermizo, ya no estaba presente el constante sonrojo natural que la chica siempre había tenido y su mirada, que fue lo que más la hizo temblar, miedo, no, eso era terror.

-Dime que sucedió, Alome, sea lo que sea lo arreglaremos.

Alondra la observa con una pequeña sonrisa.-Sherlock, Mycroft y el Vizconde están trabajando en ello.-Responde la chica sintiendo sus ojos llenarse de lagrimas.

-Alondra... cuéntame...

-Solo es, ehm..., mi madre, esta enojada por la boda con Sherlock.

-¿Tu madre no estaba desaparecida?

-Lo estaba.-Interrumpió Sherlock haciéndolas saltar en su lugar.-Estas preciosa, hermanita.-Alago entrando a la habitación para acercarse a su esposa y abrazarla con cariño.

-¿Por que nadie me dijo nada?

Sherlock rodo los ojos.-Es algo menor, Enola, además hoy es tu boda, debes disfrutar el día.

-Además nosotros nos iremos de viaje también."-Dijo Alondra con entusiasmo.

-Iremos a casa, Mycroft nos lo ofreció, es nuestro viaje de bodas.

-Vaya... supongo que felicidades.-Dijo la chica con inseguridad.

Los pasos de Enola resonaban por la iglesia cortando un majestuoso silencio, las respiraciones se habían cortado y todas las miradas estaban puestas en ella mientras daba pasos a inseguros hacia el altar

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Los pasos de Enola resonaban por la iglesia cortando un majestuoso silencio, las respiraciones se habían cortado y todas las miradas estaban puestas en ella mientras daba pasos a inseguros hacia el altar.

LA VIDA ES BELLA| Enola HolmesΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα