Capitulo 27.

1.2K 126 29
                                    

Las manzanas nunca seran tan sabrosas como antes.

Las manzanas nunca seran tan sabrosas como antes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— No tengas miedo, no va a pasarte nada.— Dijo Ana, quien le dio unas suaves palmadas en la espalda a su novia claramente asustada— Este es tu primer verano aquí, yo ya tengo algo de experiencia en este lugar... Las cosas siempre terminan bien. No te asustes— Aseguro, Ana.

Jeong suspiro pesadamente, no era la mejor peleadora y hacer guarida la ponía demasiado ansiosa. Aunque estaba consiente de que Ana era una veterana que participó en la guerra contra Gaia, la hija de iris seguía sintiéndose intranquila.

— Tengo un mal presentimiento...— Susurro Jeong, cabizbaja.

Ana miró a jeong con cierto pesar en su rostro, no sabía que decirle para hacerla sentir mejor; Nunca había estado en una situación como está.

— Todo va a estar bien...— Alcanzo a decir Ana, antes de sentir que algo pequeño chocaba contra su pie.

La hija de Hécate bajo la mirada y miro curiosa como una manzana dorada había chocado contra su pie, Ana se agachó y tomo la fruta dorada.

Miro la fruta sintiendo una mezcla extraña de emociones, deseo, hambre, necesidad; Se sintió hipnotizada por el brillo que desprendía y como este reflejaba su rostro en su superficie.

La boca se le hizo agua y supo que algo estaba mal con su mente.

— Jeong...— Le llamo Ana, girando su rostro para ver a su novia. La vio dar un gran mordisco a una apetecible y jugosa manzana dorada, que era igual la que ella tenía en la mano.

Hazel estaba en la cueva de Rachel, sentada en un cómodo sofá lleno de salpicaduras de pintura. Esperaba a que la pelirroja terminara de bañarse para llevarla a la cabaña de Atenea.

La morena miró el tazón de frutas en la mesita de café, había peras, fresas y plátanos, entre todas esas deliciosas frutas había una manzana dorada que parecía brillar bajo la luz cálida de la cueva. Hazel tomo la manzana que parecía hecha de oro, sin pensarlo, la mordió con fuerza y la mastico.

Todos los semidioses alrededor del campamento mestizo recibieron como presente una manzana dorada.

Algunas se deslizaron hasta sus pies.

Otras cayeron de los árboles.

Y muchas más simplemente aparecieron en lugares en los que antes no estaban; la cuestión es que todos los semidioses presentes se vieron forzados a comerlas.

Entonces Malcolm guío un grupo de semidioses a la cabaña 3 arrastrando una enorme catapulta. Cargaron una piedra y la lanzaron sin previo aviso.

Las paredes del porche y el techo se vinieron abajo, apenas dejando algo de la estructura en pie. Nadie dijo nada. Malcolm mandó a un pequeño grupo a buscar el cuerpo de la única hija del Poseidón. El hijo de Atenea hubiera querido acabar con ella de la forma fácil y eficaz. Que pena.

El ORÁCULO DE APOLO° [Nico di Angelo]°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora