I love you (pt.1)

46 7 0
                                    

Jamás he sido una persona expresiva. Rara vez me muestro sentimental o afectiva frente a los demás.

Lo cierto es que me cuesta trabajo conectar y apegarme a las personas, pero cuando la conocí a ella no pude evitarlo.

Recuerdo que estaba en el patio de mi universidad, con un grupo de chicos de mi carrera. Ellos estaban conversando, pero yo no podía prestar atención a lo que decían, porque estaba demasiado ocupada mirando a una chica morena que conversaba animadamente con un chico.

Estaba hipnotizada observando su manera de hablar, los gestos que hacía con su rostro y el movimiento de sus manos. Su lenguaje corporal llamó mi atención. Se veía tan cómoda y segura de si misma, era notable que estaba pasando un buen momento.

Sentí un golpe en mi nuca que me ayudó a salir de mi pequeño trance. 

- Oye, no seas idiota - exclamé golpeando el abdomen de mi amigo, sabiendo perfectamente que él me había golpeado antes. Lo había conocido a principio de año y la verdad me agradaba un poco.

- Estabas distraída - dijo encogiendose de hombros - ¿Qué mirabas, eh? - cuestionó con una sonrisa pícara.

- Eso no te incumbe - respondí apoyando mi espalda en el árbol que estaba detrás. El movimiento fue un poco brusco, por lo que hice una mueca de dolor al sentir un punzante ardor en mi columna. - Auch.

Él soltó una carcajada escandalosa, lo que llamó la atención del resto del grupo. Mi amigo solo les hizo un gesto para restarle importancia al asunto y volvió a mirarme.

- Es linda, deberías hablarle - murmuró para que los demás no escucharan nuestra conversación.

- Lo sé - respondí con una pequeña sonrisa que de inmediato borré de mi rostro. No debía hacerme iluciones. 

Luego de ese día no volví a ver a esa chica, hasta dos semanas después.

Ian, el amigo que mencioné anteriormente, y yo estábamos en el casino de nuestra facultad. Mientras él compraba su almuerzo, yo me encontraba a su lado, mirando distraídamente mi teléfono. De repente alguien me empujó con fuerza, logrando que el objeto en mi mano volara lejos.

- Carajo, perdón - dijo la otra persona. No dije nada, simplemente me agaché a recoger mi teléfono para verificar que todo estuviera en orden. Lamentablemente no fue así. La pantalla estaba trizada y no podía encenderlo. 

- Genial - susurré frustrada.

- Mierda, eso no se ve bien - me dijo el chico que me había empujado. Lo miré con el ceño fruncido pues estaba molesta. Al ver su rostro algo se me hizo ligeramente familiar.

- Lo destrozaste amigo - dijo alguien detrás de él. Era una voz femenina bastante suave y relajada. Cuando se asomó para ver el teléfono destruido en mis manos, la reconocí al instante. Era la chica morena que había visto en el patio hace dos semanas.

Sentí un cosquilleo en el estómago que decidí ignorar, pues debía preocuparme por algo más importante.

- ¿Acaso no me viste? - pregunté un poco molesta. El chico iba a responder, pero mi amigo interrumpió.

- ¿Qué le pasó a tu teléfono? - preguntó notablemente confundido. Era claro que no había presenciado el incidente.

- Me empujó y se me cayó - expliqué seriamente. No quería actuar como una idiota, pero de verdad estaba molesta pues no sabía cómo iba a conseguir uno nuevo. Con suerte podía pagar mi carrera.

- Oye, de verdad lo lamento. No te vi ahí - se excusó el chico. Mientras tanto, su amiga observaba la situación en completo silencio. La miré durante unos segundos y pude notar que estaba preocupada, aunque no sabía porqué.

Jerrie Thirlwards//One shotsWhere stories live. Discover now