Leyna.

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Aquella mañana se colaba un tenue rayo de luz solar por el hueco de la persiana amarillenta bien colocada en la ventana de la cocina, las dos chicas sentadas una frente a la otra ni siquiera se miraban a los ojos y es que la noche anterior se vieron envueltas en una discusión. Ambas lucían como chicas jóvenes nadie jamás pensaría que fueran madre e hija, incluso la menor comenzaba a lucir como la mas grande, la observaba de reojo sin quitar de su rostro el gesto de desagrado mostrando un poco alzada la punta de su fina nariz, era su madre, sabia que debía respetarla pero lo que le dijo la hizo meditar toda la noche si las cosas hubieran sido diferentes de haber crecido en una familia normal y no en la que ahora se encontraba. Siempre supo del secreto de su mamá, no le molestaba al contrario sentía que era única su madre se volvería su mejor amiga pero aun no sabia si le podría perdonar lo que había hecho.

"Tenía que hacerlo, por ti, por él"- Cerro los ojos y volvió a escuchar sus palabras. Se llevó a la boca otro trozo de su desayuno sin poder tragarlo con facilidad. "No era normal, no como tu" como ella; se lo decía a una chica cuya madre era un vampiro estancado en los veintitantos, cuyo padre desconocía su identidad y lo mejor de todo se lo decía a una chica con ciertos poderes sobrenaturales; que mas le daba si tenía un hermano al que le llamó el "heredero" eso no importaba como se había atrevido a separarlos, a dejar a su hijo indefenso en manos de un desconocido. "Oh si no era tan indefenso" pensó de nuevo recordando las palabras de su propia madre. Ahora lidiaba con la idea de tener un hermano mellizo perdido en el mundo y el tener que dejar su hogar, su escuela y toda su vida por ir a un lugar mejor; la estaba abandonando a ella también.

-será por un tiempo lo prometo- dijo la madre la noche anterior después de comentarle que tenía que marcharse a Europa por unos días con su padre. -te querrá de inmediato y tu a él lo sé -mantenía una media sonrisa.

-Y quien te dijo que deseaba conocerlo, jamás pregunte por el y ahora quieres que me valla. - respondió la joven.

-Leyna es por ti por favor no quiero que discutamos

-Bien entonces no iré, me niego -se tiro al suelo con los brazos cruzados.

-Iras Leyna mañana vendrán por ti.

-No puedes hacerme esto, no a mi también que ahora soy yo quien te estorba.

-Leyna por favor sabes que la cosas no son así, lo de tu hermano fue completamente diferente yo volveré por ti.

-No te creo -la dejo sola.

Lo vio real sus cosas las había empacado ya en la maleta grande a la que le cabía de mas, la estaba dejando; pensó en su padre realmente nunca pensó bien en su padre, no le intrigaba quien era o lo que era, siempre lo imagino como un simple hombre que se marcha a trabajar y vuelve en la noche tranquilo, no quería pensar mal de él, Kathleen le menciono un vez que fue el amor de su vida, que lo hechaba de menos pero que lo mejor por el momento era mantenerlo lejos y de pronto en un par de años decide que su hija tiene que estar con él.

-Debes darte prisa Leyna vendrán por ti muy pronto.

-Es tu ultima palabra - se colocó de pie frente a ella.

-Sabes que no quisiera, tu eres mi vida entera pero quiero mantenerte alejada de todo lo que sucede.

-No se a que te refieres pero si es así, no quiero que me vuelvas a buscar entiendes deja que sea yo quien lo haga.

La tarde comenzaba a acercarse y la mujer volvía a mirar por la ventana era extraño pensar que era una mujer de casi cuarenta años y seguir pareciendo una jovencita incluso su apariencia llegaba a ser de una chica más joven que su propia hija pero tenía la madures necesaria como para saber que es lo que debía hacer. Los últimos años la paso moviéndose de un lado a otro con su pequeña hasta que esta cumplió los diez años fue entonces cuando decidió establecer un hogar en la ciudad de California en donde paseaba en las tardes soleadas, pero justo ese día esperaba a alguien, un hombre que en otro tiempo no había deseado tener cerca ni menos cerca de su hija pero que ahora tenía que buscar con un fin importante, uno de los más importantes de su existencia.

El Regreso del PríncipeМесто, где живут истории. Откройте их для себя