Después del caótico multiverso, Peter ha pasado sus días en soledad, tratando de convertirse en una mejor versión de si mismo.
Su oportunidad de iniciar de cero, en paz y fácilmente, es corrompida cuando su realidad sufre otro daño.
Las cosas no se...
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P A R T E 1❤️💙
Narra Andrew.
No sé por qué a vísperas de navidad todo resulta encantador. No sé si las tradiciones obligan a las personas a ser agradecidos con los demás, o es genuina la intención.
La vida parece más brillante y, tachar los días en el calendario se vuelve un pasatiempo divertido.
Todos estamos a la espera de ese día, disfrutamos cada instante antes que llegue.
Navidad y fin de año, siempre juntas, ganándose la adoración del universo. Conllevan mucho estas fechas. Cerrar un ciclo, más que nada.
Adiós temores, adiós dilemas.
Hola soluciones y esperanza.
Esa es la magia de diciembre. Bella y contagiosa magia...bueno; para unos, porque siempre, siempre, se aparecía un Grinch.
Justamente, me tocó chocar con uno este año. Estaba sacando la nieve de mi patio delantero, cuando Peppers, una señora del vecindario; se detuvo en la acera.
—Peter, querido. —saludó, contenta. Planté la pala en la nieve y la miré a los ojos—. ¿Cómo estás?
«Peter» Repetí en mi cabeza. Tardé en reaccionar, estaba acostumbrado que me llamen "Andrew".
—¡Que milagro que sales de esa casa! —sonriendo de gusto, se acercó a mí posición.
—Toda una noticia, vecina. —reí un poco por su alboroto. Abrí los brazos por inercia cuando se tiró encima de mí—. También me alegra verla.
—¡Ay, muchacho! ¡Que lindo eres! —apretó sus brazos alrededor de mí, y me sentí incómodo.
Con el único que permitía eso, era con Peter. Él podía abrazarme tan fuerte y intenso como quisiera. Del resto, a mí me desagradaba cuando extendían la duración de un abrazo sin permiso.
—Abriéndole las puertas al espíritu navideño ¡Eh! —me felicitó una vez que nos separemos.
—Sí, sacaré esta nieve y, luego, voy a guindar cuantas luces pueda. —dije, señalando al suelo y; por último, a el techo.
—Estoy segura que quedará preciosa. Siempre fue la mejor decorada. Tu tía May lo hacía increíble. —apreció con nostalgia el tejado, igual que Andrew. Juntos recordaron los viejos tiempos en el vecindario. Tantas festividades, lo bien que la han pasado—. Lastima que no esté con nosotros.
Guardé silencio, mi mirada pasó de la casa a Peppers. Negué con la cabeza.
—Ella siempre está conmigo. —
Peppers sonrió
—Eso es cierto. —aceptó—. Y también Dios está para tí. Dios nos brindará las mejores fiestas y deseos para este año. —Tal vez, Peppers esperaba que dijera "amén". No lo hice—. Eres bienvenido en casa, haremos una gran cena.
