Capitulo 7: Falso.

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Los ojos de Ángela se abrieron con sorpresa al ver a su madre allí. Ran bajo a la menor, mirando con recelo a Lisa.

—¿Quién es él? —Pregunto, acercándose a la peliblanca.

—Mi novio— Solto de golpe, tomando la mano de Ran— Nos vemos después— Se giró levemente.

—No, me quedaré aquí— Dijo el Haitani serio, mirando a Lisa quien también le sostuvo la mirada.

—Pasen... podemos cenar juntos y así... conocer a tu novio.

Lisa pasó primero, seguida de Ran y Ángela le tomo la mano, frenando su andar.

—¿Es una buena idea esto? —Sus ojos mostraron preocupación y Ran sonrió.

—Una pésima idea, pero..., ya que ahora soy tu novio— Se acercó a ella-Quiero saberlo todo de ti.

Asintió, cerrando los ojos cuando Ran le beso la mejilla y entraron a la casa de la ojiazul.

La entrada era enorme, conduciendo a una sala de estar con sillones de azul marino, una mesa de centro transparente y un enorme arreglo floral de color blanco.

Ángela sonrió ligeramente con alegría, cuando habían esas flores, era porque su padre tardaría en volver.

—Señorita Ángela, que bueno que vuelve— Saludo Yume con una sonrisa y miro al chico de trenzas que estaba a su lado.

—Yume… por favor, pone otro puesto en la mesa para mi invitado— Dijo Lisa con una sonrisa— Ran es bienvenido aquí desde ahora.

—Si señora. Hoy prepare comida francesa, espero les guste— Yume hizo una reverencia, retirándose a la cocina.

—Pueden dejar sus cosas en la habitación de Ángela, todo estará listo cuando bajen.

—Por aquí.

Ángela se adelantó, esperándolos en la escalera que daba al segundo piso y las habitaciones. Lisa le tomo del brazo cuando Ran paso por su lado.

—¿Eres tú quien me contesto la otra vez? —Su voz fue un hilo que solo él escucho.

—Sí. Se soltó con sutileza y alcanzo a la peliblanca quien en juego dio un salto hacia él.

—Si querías que te cargara, solo debías pedirlo— Sonrió ante la actitud de ella, subiendo las escaleras para dejarla nuevamente en el suelo.

—¿Es una promesa que no vendrás siempre que quieras?

—No te prometeré nada desde ahora y romperé esa promesa.

Ángela asintió, abriendo la puerta de su habitación, dejando su mochila sobre la cama y Ran saco su chaqueta, quedando en una polera ploma.

—No sabía que eras rica.

—No lo soy, nada de esto es mío.

—De tu padre y madre.

—No quiero nada de ellos— Contesto, sentándose en la cama y tomo la polera de Ran, apoyando su frente en el abdomen del Haitani— Esto es irreal...

—¿Por qué?

—Nunca me imagine con una persona aquí, con mi novio falso...

—Yo no soy falso, solo falta un poco para que sea verdad. —Ran... quizás un día, me encuentres muerta. —No— Dijo serio, tomándola de la barbilla— Estás condenada a mí, solo se acaba cuando yo lo diga.

—Eres egoísta.

—Un completo egoísta.

Lisa se sentó en la cabecera y los dos jóvenes a su lado izquierdo, comiendo en un absoluto silencio.

"Lo elegí" Onde histórias criam vida. Descubra agora