13. Frente al contrincante verdadero

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Tenía toda la evidencia, en mis manos, Evan se había hecho cargo de eso. Dario y Eric eran hermanastros... Por eso no comparten apellidos y no salió nada raro...

Muchas fotos de ellos juntos... y otro celular... Un celular con el número privado... Que ahora se encuentra en posesión de Evan... Dijo que tiene el video íntimo mío y la casilla de mensajes está toda borrada. Me dijo que no sabe si hay cámaras o micrófonos en la oficina. Pero que Eric es demasiado inteligente y se daría cuenta si nos poníamos a hablar de él allí. Tiene razón... Aunque suena muy raro... Igualmente, esto no es una película de acción... Ni que fuera un espía ruso o algo...

—No te des vuelta, pero ahí viene... ¿Qué vamos a hacer? —Preguntó.

... ¿Encararlo acá delante de todos? ¿o esperar a poder procesar todo esto?

—Besame, yo me encargo del resto.

No lo dudó, ni un solo segundo, y yo lo empujé... un poco del asco que me dio y un poco por ser parte del plan.

—YA TE DIJE QUE NO, EVAN.

—¿Pasa algo? —preguntó Eric, detrás de mí.

Realmente siempre está ahí... Siempre cerca...

—No, no pasa nada... Ya me iba. Nos vemos. —Dijo Evan y se fue.

Yo me dí vuelta y lo vi a Eric...

¿Qué es lo que quiere conmigo?

—¿Te hizo algo? —Preguntó... ¿será caballero en serio o también es un juego?

—Nada. —Respondí cortante.

Lo ignoré y fui a ver a todos, para pagar e irme. Estaban tomando así que les avisé que pago hasta acá y si siguen va por su cuenta. Fui a la caja y le di mi tarjeta al mesero, que se encargó de cobrarme seis mil pesos de alcohol... ¿Estos toman whiskey o algo?

Debo admitir que mis tragos eran caros... pero mis empleados no tienen fin.

Salí ya tranquila, después de saludarlos y Eric me siguió.

—¿Por qué venís conmigo? —Pregunté.

—¿No seguíamos la fiesta desnudos arriba de tu cama?

Como le gusta pensar con la cabeza del pe*ne...

—No, podés irte a tu cama, yo nunca dije que quería.

—¿No era que las mujeres siempre tienen ganas?

—Te confundiste con los hombres.

—Yo nunca me confundo. —Afirmó.

Engreído...

Siguió caminando a mi lado y entró conmigo a mi depto... ¿Qué se supone que se hace ahora?

—Voy a darme un baño. —Afirmé, no sé por qué, ya que no le dedo pedir permiso, ni nada por el estilo y me fui.

Cerré la puerta y me desvestí, tomándome mi tiempo, mientras esperaba a que el agua de la ducha se caliente y cuando terminé me metí adentro del cubículo.

El agua caliente que caía por mi cuerpo aclaraba mis ideas y me dejaba pensar con mas claridad... Algunas cosas comenzaron a cerrar, como el hecho de que siempre esté ahí y se acerque tanto a mi... Pero otras... me dejaban muy confundida. Como lo del video... O lo de llegar tarde en su primer día, que asumo que debería tener que haber salido perfecto...

Tengo tantas piezas faltantes de este rompecabezas... Eric va muchos pasos por delante...

Escuché que la puerta del baño se abría y cuando me di vuelta él había entrado y se estaba desvistiendo.

Entre juegos y engaños✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora